sábado, junio 05, 2010

Ahora o quizás cuando

Cada vez se me hace más difícil escribir en el blog... y no porque no pueda hacerme el tiempo de de vez en cuando, sino más bien porque cuando lo hago... me quedo largos minutos mirando la página en blanco y me arrepiento de mi idea original o me da lata extenderme... incluso a veces olvido la razón por la cual iba a escribir.

Es cierto, una vez Pancho escribió que cuando tu vida se hace menos privada y compartes más en la co-presencialidad ya no tiene mucho sentido escribir. Lo cotidiano resulta fútil... habría que relatar las veces que voy a la cocina, cuando me subo a la bicicleta, cuando viajo en auto... cuando estoy frente al computador contestando correos o preparando una prueba: todo eso resulta más fácil en 140 caracteres, no?

Pero bueno, al cabo no es terrible: un par de meses de ausencia, volver de vez en cuando no está mal... disponer siempre del recurso es importante.

¿Y por qué ahora?, simple contingencia, no hay otra razón.

El otro día en una reunión "social" me preguntaron cómo estaba: no dudé y dije que bien, a pesar de haber estado reclamando hacía algunas horas por la cantidad de cosas pendientes y etc, etc... eso es una nimiedad después de todo.

Pensando por qué esas cosas que solían agobiarme más de la cuenta, ahora es posible sortearlas con mayor efectividad: mi conclusión fue la "importancia" otorgada. Creo que durante mucho tiempo tendí a sobre-estimar la importancia de cosas que no necesariamente la tenían para mí. Y con el correr del tiempo han ido emergiendo nuevas rutas, nuevos desafíos, nuevas metas... el miedo al estancamiento va diluyéndose después de todo.

¿Logré esto sola? No, por supuesto que no. Lo intenté, pero no pude... aunque una sea de "hierro", hay cosas que te superan si es que no puedes apoyarte en nadie: el quebrantamiento es inminente. En mi caso, puedo tener la satisfacción de contar con personas tremendamente importantes en mi vida.

Es cierto, esto no es reciente... pero el temor a perder te limita a entregar. Te vas con cautela, mirando los detalles, sin disfrutar el momento. Mirando en qué momento todo cambia y se vuelve negro. Temor, temor, temor... no infundado, por cierto... ya han visto cómo esta servidora ha tenido que lidiar con experiencias poco gratas en su vida. No obstante, lo más costoso es poder hacer caso al "get over it!"

Sí, "I'm so in love!" y si me lo hubieran preguntado hace dos años atrás digo "imposible". Pero ya no es como al principio, esa cosa adolescente, casi secreta que se vive de una manera tan privada. No, ahora es algo real y maduro, dentro de los límites que mi madurez puede tener. Me siento tranquila, contenida, importante. Tengo expectativas, pero no se trata de un ensueño, no es como en cuentos de hada: son cosas reales, del día a día... y creo que recién estoy entendiendo esto de mirar hacia adelante con algo más de claridad. Sí, se lo que quiero, pero también se que no estoy sola en este asunto. Es cuático pensar de a dos, pero realmente de a dos... les coloco como ejemplo muy cotidiano, un día que vitrineando miré un mueble librero con puertas de vidrio y pensé "para nuestros libros y dvd's".

Lo cierto es que tampoco se trata de anular individualidades y creo que eso lo tenemos claro, aunque es verdad que en ocasiones cuesta entender algunas cosas. Pero trato, o sea, no exigir lo que yo tampoco soy capaz de hacer. Me gusta aprender de esto, hay desafío atrayente al respecto... y eso no me detiene, al contrario, me motiva. Espero no ser la única que lo piense... o si no, pueden llamarme loca. Así de simple.