sábado, junio 27, 2009

Y así será... y quién sabe cuándo

Fin de semestre... deseosa que se acabe pronto, pero con una lista larga de cosas por terminar. No obstante, me permití un "oasis" de descanso entre ayer en la tarde y ahora. Previa continuación de mis labores, dejaré plasmadas algunas cosas antes que las olvide por mi cuenta o que "la contingencia" me haga olvidarlas.

Ayer en la tarde-noche acompañé a Hugo a un matrimonio. Ciertamente no conocía a nadie... pero nada que un cigarro compartido no pueda solucionar: el sector fumadores fue mi incentivo para entrar en la conversación. El matrimonio era de una amiga de Hugo, del colegio. Y aunque debo reconocer que me daba un poco de lata acompañarlo (lo siento amor), reflexionando... empaticé con la idea, rememorando los matrimonios de mis compañeros de universidad a los cuales he asistido en los últimos dos años. Fue bueno, no lo pasé para nada mal, conocí gente nueva y bueno... debo reconocer que igual me sentí extraña, pues era el primer evento al que iba "acompañada", aunque en este caso la acompañante era yo.

Nos retiramos relativamente temprano del evento, el cansancio de la semana se hacía sentir. De seguro llegamos al departamento antes de la 1 o alrededor de esa hora. Fue bueno también, porque a Hugo no lo veía casi en una semana, y como ando en mi etapa "dependiente", me puse egoísta, quería su atención sólo para mí.

El sábado empezó tarde... de hecho... recién empieza en términos productivos. Todo el día flojeando, viendo tele, escuchando música, sin ganas de poner un pie fuera de la cama, el día estaba para descansar y regalonear. Como día de invierno.

No me gustan los matrimonios... pero no porque tenga algo contra del vínculo o cosas así... más bien por el tema de la formalidad y la producción. Siempre digo que no me voy a casar... y si lo hiciera, tendría que ser lo más simple posible... aunque me salga peleea con mis papás... y sería una de esas grandes. Pero bueno, mejor no pensar en eso... no están las condiciones y los ojos-mente están puestos en otro lugar de momento...

miércoles, junio 17, 2009

La "teacher"

Me sorprende mi nivel de dependencia con algunas cosas en este último tiempo: el cereal de hojuela integral, el biotronic y el café con leche son sólo un ejemplo de ellas. Hay otras que no mencionaré acá, porque el horario todavía es de menores de edad... pero bueno, mis prácticas y conductas han cambiado hasta cierto punto, ya sea para bien o para mal.

Debo decir que ya me acostumbré a la oficina nueva que comparto... será una lata sentir como en octubre comenzarán a demolerla... será incertidumbre saber dónde iremos a caer... pero todavía falta para eso. Me preocupo, no obstante, porque el tiempo pasa demasiado rápido... mucho como para darme cuenta que ya es medio año, que el semestre llega a su fin... y que todavía me quedan muchas cosas por cerrar. Me sorprendo de mi misma, por el aguante y las ganas que todavía tengo... claro... pajarito nuevo no se cansa... aunque las ojeras igual se notan... igual, sin duda.

Hoy hice una de las últimas clases del semestre... me sorprendió cuando una alumna me preguntó si les haría clase el próximo semestre. Espero que la pregunta haya sido en el "buen sentido" y no como "otra vez esta mina $%·&·$%·". Me gusta este rol, lo paso bien... trabajo mucho, pero no me duele, lo hago con gusto. Claro que tiene sus partes ingratas, como todo trabajo... pero son más los pro que los contra hasta ahora. No se... espero no terminar como los profesores chatos de su pega... no sería la idea, hubiera sido pelear todo este tiempo en vano.

La vida independiente va bien. Pagando cuentas, sintiendo independencia. Se echa de menos, claro que sí... pero las recompensas lo valen. Igual hay más preocupación, que la cocina, la lavadora, la aspiradora, que los gastos comunes... la rutina se modifica... ya nadie te saca de la cama todos los días... ahora es "tu responsabilidad".

Y así... la vida sigue... rápido... me habían dicho que este era un año de cambios... pero nunca creí que tanto y tan drásticos. Espero poder sentarme un rato a reflexionar sobre eso con más calma... disfrutarlo más quizás... "chantar un poco la moto" y de ahí seguir. No me quejo, me rodea gente muy valiosa... es un apoyo, aunque a veces nos gustaría que las cosas fueran más ideales aún... sí, sí... la disconformidad intrínseca del ser humano. No puedo zafarme de ella de la noche a la mañana.

Seguiré en mi labor... aunque me acostaré temprano... hace frío, amenaza la lluvia... y no estoy ni ahí con congelarme gratuitamente.