miércoles, noviembre 16, 2016

Cómo tan pavos!

Angélica y Benjamín son unos pavos. A mis 33 años recién vengo a descubrirlo. O sea, creo que siempre lo supe, pero cuando vi la teleserie por primera vez me pareció de lo más normal del mundo. Comprobación empírica de que una en la adolescencia es más que pava.

Descubrí otra app para publicar en el blog...a lo mejor esta vez retomo la costumbre. Tal vez no.

Cuento los días para irme de vacaciones. Y si bien enero está a la vuelta de la esquina, falta mucho todavía. Pero no importa, le damos no más. Un día tras otro día. Mañana es el último día de clases en pregrado. Algo es algo.

De novedades...solo decir que mi perrhijo está exquisito...ahora duerme plácidamente al lado de la puerta. Es bacán llegar a la casa y que se ponga contento...aunque no tenga cola que mover, se manifiesta igual. Hotchito es lo más bacán de la tierra.

 


lunes, noviembre 14, 2016

Hurricane

A lo pasado...pisado?

Difícilmente es algo que yo haría. Más bien tengo la costumbre de enterrarlo en el suelo y no desempolvarlo hasta que me baja la nostalgia. En fin, de los viejos hábitos se pueden sacar cosas en limpio.

En este tiempo creo que reencontrarse con las cosas viejas ha tenido su significado presente: y es que andar acelerando siempre hace que te olvides que donde has estado y de donde vienes. Creo que ambas son cosas que una debe recordar en algunos momentos de la vida.

Qué ha pasado? Bueno, después de 20 años iniciada la adolescencia, muchas emociones vuelven a revolver esa quietud aburrida de la vida cotidiana. He vuelto a recordar tantas cosas que había dejado enterradas por ahí... y ha sido bueno...y también ha sido malo.

Veamos, cuando tenía 13 años creo que una de las únicas cosas que me importaba era tener mi personal etéreo cerca y comprarme la revista de moda con los entretelones de la última teleserie. Ya en esa época conocí el grunge (y no me gustó tanto), pero también había conocido a Ed Roland y estaba hipnotizada con esa música. Repetía una y otra vez las canciones que había logrado grabar desde la radio. También empecé a acumular mi colección de Tv-Grama y Tv y Novelas (esta última creo que era nueva). Supe lo que era la "guerra de las teleseries" y recién venía cachando eso de los galanes y lo que años después daría de comer a tanta gente: la farándula.

Y ahí estaba yo. Poseída por la fantasía de la música y la
tv. Imaginando realidades que no eran mías. Pensando que quizás algunos de esos sueños imposibles sería mi destino. La adolescencia te hace sentir tan intensamente pero también tan silenciosamente, que es difícil darte cuenta cuando es mucho o cuando es poco. Algunos tienen la oportunidad de compartirlo con otros. Cuando eres ñoña retraída, difícilmente puedes sin ser temerosa de las burlas o que simplemente no te tomen en cuenta.

20 años después el presente te enfrenta a esos momentos: finalmente Collective Soul vino a Chile, logré ir a un concierto de ellos, hasta una selfie con Roland tengo!!! Wow. Pero ya no eres la niña que pensaba en rock and roll y juraba que podría ser estrella musical...pero que bien se sentía eso! Qué más? Pues parece que a todos les baja lo retro después de algunos años. Y de los revival más actuales, les da por transmitir mis teleseries!!!! Las que esperaba con tanto ahínco en la adolescencia. Ver aquellas historias que tanto añoré en su momento, también ha sacado un suspiro por aquí y por allá. La onda kish se obsesionó conmigo parece.

Lo bueno es tener la oportunidad de recordar y rememorar que estuve ahí en algún momento. Lo malo es cuestionarse si el lugar presente se parece en algo a lo que imaginaste alguna vez. Error, lo sé. Las ganas de 20 años atrás contrastan harto con cómo se ve la vida adulta. Me encantaría estar en ese momento sin tener que aterrizar a los dos segundos después. Y no es que reniegues de lo que te tocó vivir, solo que ese recuerdo vivido se te cuela y te seduce al preguntarte cómo llegaste a esto desde ahí. La respuesta está al mirar el tiempo...la duda es si hubiera sido distinto, y si me pasaría lo mismo estando nuevamente en esta misma posición.

Ya no me complace el lamento de días anteriores. Aunque de todas formas, todos estos destellos de días pasados me ha hecho resurgir la necesidad de afirmar algunas decisiones en mi vida. Hay motivos para el camino transitado. A veces es bueno recordar cuales fueron esos, no para recriminarse, si no para que tu historia tenga sentido...tal como las relatan en una ficción quizás, pero desde tus propios ojos.