miércoles, abril 16, 2008

Yo soy la culpable

Hay cosas que una sabe que son ciertas, pero dichas de la boca de otra persona (o a través de las letras de otra persona) parecen más feas de lo que son realmente. A veces cuesta creer que una puede llegar a ser todo eso que dicen. No es que me convenza de ello, es sólo que da señales de cómo nos ven las personas desde fuera, ante diversas situaciones.

Si me he portado mal, lo siento. Si creyeron que hice algo a propósito, también lo siento. Pero me niego rotúndamente a aceptar la culpa de todas las calamidades del universo. Llevo años tratando de hacerme cargo de las cosas que no son mías, y en contrapartida, he dejado todo lo referente a mí en el más absoluto abandono. Una pena, que me está costando caro ahora. Y es que mientras veo que el mundo "hace su vida", yo tengo la mía en un constante "ahora sí", que nunca es. Me preparo y me preparo para algo que debe acontecer, pero ni yo tengo claridad de qué es. Así que no sería extraño que en 10 años más todavía me encuentren "preparando mi futuro".

Digamos que en cierta forma, este último tiempo me he dedicado a tentar a la suerte, de adoptar una especie de filosofía del tipo "si pasa, bacán"... pero eso me lleva a ser más light y poco comprometida. Así es que pareciese que todo me importa una raja. Pero no, por crianza no puedo ser siempre así. Hay veces que me tomo las cosas en serio, y demasiado. Justificación de sobra para mis ataques bipolares y mis amurros de fin de semana, etc... etc. Podría seguir, pero eso es más para una sesión tipo psicoanálisis.

Termino con una recomendación para el mundo que se encuentre conmigo: soy una persona digna de conocer, pero sólo en algunas facetas. Que no le quite el sueño no saber más, no hay mucho más interesante que contar.

domingo, abril 13, 2008

Sólo un poco ebria

Había tratado de no escribir en este estado... pero la tentación pudo más...

Ignoro cuantos ron tomé finalmente... ignoro también cuantas faltas de ortografia lograré tener finalmente. Pero es secundario. Cuando recordé que tenía carrete hoy, olvide mi depresión de fin de semana, así como las trabas morales que me impedian salir. Sólo conté los billetes que me quedaban y emprendí rumbo al alcohol. Hay veces en que logras olvidar el día que pasa, y te enfrascas en la misión de borrar el mundo inmediato que tienes alrededor. Hasta esta hora he tenido éxito. Estoy terminando mi último cigarro de la noche, con la promesa de que mañana me portaré mejor... me he equivocado bastante al escribir, y el que lo note significa que no estoy tan mal... o si, tal vez lo esté. Mañana cuando despierte... no se a que hora, me acuerde de lo que hice y de lo que no... ahí vendrán los reproches. De momento, sólo puedo decir que una dama sin memoria es como una ebria lenta que sólo evita irse a dormir por miedo a terminar el día.

Me gustaría soñar con una moraleja. Sacar algo en limpio. Pero sólo puedo recordar mis errores, y eso no ayuda mucho que digamos. En mi sexto ron, sólo atiné a pedir disculpas mentales... y a repetirme que soy una mala persona, que no debería pedir demasiado de la vida, y que un cambio de actitud debería bastar para ser mejor persona. Borron y cuenta nueva. Con eso debería bastar para volver a empezar.