domingo, agosto 26, 2007

Do ya think I'm sexy?

FALSA MODESTIA V/S VERDADERA AUTOREFERENCIA

Estando cerca de mucha gente en este último tiempo, he podido reflexionar acerca de como las personas podemos usar nuestra autoreferencia para difundir un concepto de nososotros mismos que sea "impactante" para el resto. Es así, que quienes no tienen rollos de personalidad, pueden percibirse a sí mismos como personas atractivas, interesantes, apetecidas, si me apresuran. Ese amor propio o autovaloración (excesiva, a ojos de algunos), permite ver que la autoestima es algo tan subjetivo como el primer amor.

Cuando digo que todo lo imaginable está contenido en la música... no miento. Da lo mismo la época y el estilo... siempre hay testigos que nos muestran las personalidades más particulares. Respecto del tema "autoestima", no hace falta una falsa modestia: es así como recordé dos clásicos (uno más clásico que el otro, claro está)... Rod Steward y Right Said Fred... ambos con la tipificación de lo que se considera "sexy" en sus respectivas épocas. Vanguardia de la nula falsa modestia.

Se me vino esto a la mente, cuando escuché anoche en la fiesta... "Do ya think i'm sexy?"... y todo el mundo se embrujó con dicha canción. Ejercicio Nº1: buscar los videos referentes a la canción. Ejercicio Nº2: ver la cantidad de asociados en Youtube... diablos, no paraba de reir.

Para compartir, y entiendan de lo que hablo... vean los videos asociados... de antología, y para ser recordado.



Nota jugosa: adviertan el parecido entre los chicos de Right Said Fred e Imhotep (de la película, La Momia)... yo no pude dejar de notarlo.

sábado, agosto 25, 2007

Irresistible

Con la cabeza más despejada... sin alcohol en el cuerpo y algunas tazas de café... la realidad se ve más hilada a estas horas de la tarde, jajaja.

Sí, porque el jugo era tal... que cuando terminé de escribir el pseudo-post de anoche, tomé el teléfono y comencé a hacer llamados a esa hora. Obvio, nadie me contestó... menos mal todos tenían sus celulares apagados.

Ayer... digamos que fue un viernes movido. El trabajo en la semana aumentó de forma considerable... de hecho, en un par de horas tendré que reanudarlo, muy a mi pesar. Pero en fin. Estuve toda la jornada fija en mis labores, excepto los 40 minutos de almuerzo, justos y necesarios, por cierto.

Salí de la oficina, con el convencimiento de que tenía que irme a casa. No obstante, sabía que no iba a ser así: era el matrimonio de Claudia era en rato más, y no alcanzaba a ir a mi casa y volver. No, no había tiempo para eso. Menos mal que me puse mi traje "decente" para ir a trabajar... había calculado que mucho tiempo para "producirme" no iba a tener.

Es extraño llegar a un lugar, donde nadie te conoce... o más bien, donde algunos sólo "te ubican", y pareciese que tú los conoces más a ellos que ellos a tí: en general, dentro de la fauna sociológica pontificia, las cosas son así. Todos nos "ubicamos" de alguna parte... pero más allá de eso, no hay vínculo afectivo aparte de la "solidaridad de gremio". Y aunque temía que la situación podría ser así... no me resultó la estrategia que había planificado para la ocasión: mi acompañante se echó para atrás... en sus palabras "le salió un imprevisto". Diablos... como no iba a perderme el matrimonio... había que aparecer no más. Aunque eso significase tener la atención de los asistentes y producir reflexiones como... "viene sola, ¿vendrá en plan de conquistarse a alguien?". Sí, lo se... puede sonar rebuscado, pero podría apostar a que más de alguien lo pensó (yo lo hubiera pensado, jaja... partamos por ahí).

En fin, ahí estaba yo... esperando a que llegaran los novios, esperando ver la ceremonia. Me encontré con algunas "conocidas" y "conocidos"... preguntas y respuestas de rigor: trabajo, trabajo... trabajo. Llegué a la conclusión de que debía cambiarme de trabajo pronto... estoy puro perdiendo el tiempo según pude notar.

Y la ceremonia fue bonita... corta, pero bonita. Bueno, qué más... la oficial del civil sabía el discurso de memoria, y no es su trabajo dilatar el tema, al contrario. El lugar también anotó un buen punto a favor... tradicional, elegante, acogedor... decía "Claudia" por donde se le mirase, varios llegamos a esa conclusión.

Fin de la ceremonia, e inicio de la parranda. En este punto, mi pensamiento fue tomarme un trago y despedirme... finalmente venía a acompañar a los novios... no era un "carrete" propiamente tal para mí, no era mi ambiente generacional tampoco. No obstante... las cosas se dieron distintas.

Conversé con la María Lidia harto rato, entre pisco sour y pisco sour... me puse al día en el acontecer del ISUC... entre otras cosas. Vaya que suceden hechos una vez que te has ido de la u... ya estaba olvidado algunas cosas, se me vinieron a la memoria rápidamente a través de esa charla. En un momento, que me dieron unas ganas horribles de fumar, dejé a mi interlocutora y salí a la puerta a encender mi cigarrillo. Sorpresa mía, era que no sólo yo había sentido ganas de fumar... en el mismo proceso, estaba un muchacho y dos señoras. Las señoras terminaron su cigarro pronto y entraron... hacía frío, no era tentador dilatar el ejercicio del tabaco. Pero el muchacho quedó, encendió un segundo cigarro... no sin antes emitir la siguiente afirmación: "estaba desesperado... llevaba más de 5 días sin fumar". Yo me sonreí, no por él... sino porque yo cumplía 7 días sin fumar... y la verdad, parecía menos desesperada que él. De esa manera, iniciamos una charla... que comenzó con la adicción al tabaco... algo trivial, si me lo preguntan. "¿Familiar?", preguntó en un momento... yo respondí... "amiga de la novia". "Ah, yo soy músico... venía a tocar... ¿quieres un trago?". Se me había acabado mi pisco sour, no me pareció una mala idea... así fuimos a la barra a pedir algo.

Ahí fue cuando comencé a pasarme algunos rollos... hablar con extraños no es mi especialidad, de hecho, ni siquiera una práctica recurrente: claro, hablo con los taxistas, con las señoras que atienden los locales donde compro cosas... pero de ahí a entablar una conversación, en una fiesta, llena de gente, con otra persona, de cuyo nombre siquiera puedo recordar... es otra cosa. Y ahí estaba yo, en la barra, con mi trago en la mano, hablando de la vida, de pequeñeces y demases. Quien me hubiera visto!... pero nada, digamos que se me olvidó mi idea inicial de irme temprano... no lo estaba pasando mal, a pesar de lo poco común de la situación. El hecho, era que estaba bebiendo demasiado... en comparación a los últimos eventos a los que he asistido... debo confesar que abandoné el lugar en estado de ebriedad... pero lo suficientemente conciente, para moverme sin problemas y para evitar que el resto lo notara... excepto el joven que conversaba conmigo, quien a pesar de estar tan bebido como yo... notó mi estado etílico... "¿sabes como irte a tu casa?... si quieres te acompaño a...". "No te preocupes... si... tengo transporte seguro". Después de eso, me despedí rápido, y casi salgo corriendo.

No pude dejar de acordarme, hoy... cuando hice el racconto respectivo... de Donnie Pfaster... el fetichista. De seguro, al final ves tantas cosas... en fin... bajo ese pensamiento, volví a ver la historia de 2 capítulos... escalofriante, sobretodo Irresistible... de la 2da temporada. Te recuerda que el mal, puede tener forma de persona... ¿paranoica?, jajaja... uhm... sí, un poco... no creo que anoche me haya encontrado con un Donnie Pfaster... pero... quien sabe. La ruleta de la vida nos tiene reservada varias sorpresas, ¿no?

DONNIE: Is your hair treated?
SATIN: What?
DONNIE: Do you need a shampoo for chemically treated heir?
SATIN: You want me to shampoo my hair?
DONNIE: I'm happy to pay extra, if that's something out of the ordinary.



"The conquest of fear lies in the moment of its acceptance. And understanding what scares us most is that which is most familiar, most common place... It's been said that the fear of the unknown is an irrational response to the excesses of the imagination. But our fear of the everyday, of the lurking stranger, and the sound of foot-falls on the stairs, the fear of violent death and the primitive impulse to survive, are as frightening as any x-file, as real as the acceptance that it could happen to you" (Irresistible, 2x13)

Matri-matri-matri

Diablos... debería irme a dormir.

Ciertamente... pero todavía me queda un poco de cuerda... de hecho, me estoy terminando la cerveza que abrí, antes de irme a dormir. ¿Jugosa?... sí, de más de que sí. Pero filo.

Hoy fue el matrimonio de mi amiga Claudia... tengo varias cosas que contar... pero no se por donde empezar... el alcohol me inhabilita para seleccionar información. Será mejor despejarse un poco antes de empezar a "escupir" cosas del evento.

Bueno, en todo caso... el copete estuvo bien. Y volví a fumar después de 7 días... estaba casi desesperada. Ya les contaré detalles. Ahora será mejor que me vaya a dormir.

viernes, agosto 17, 2007

I want to believe!

Desde que empecé con mi nueva adicción de escribir fics... creo que he desenterrado mis instintos más paranoicos y paranormales, que estuvieron suspendidos por un par de años... tras sufrir mi pérdida fanficta más preciada. Y es que haber seguido por 9 años los pasos de unos ficticios y poco comunes agentes del FBI, indefectiblemente te vuelve paranoica y spooky en todo sentido de la palabra.

De ver conspiraciones hasta en un pic-nic escolar (racconto 1)... hasta tener la impresión de cazar monstruos con una red de mariposas (racconto 2)... toda la gama de posibilidades imaginadas, le dan una perspectiva curiosa a las cosas: ¿qué nos queda por descubrir?. Esa pregunta es el motor de búsqueda de cualquier paranoico... una especie de "now what?!"... lo impredecible de una cotidianidad predecible. A la larga, siempre estamos esperando que suceda algo... que las cosas que parecen de cierta forma, no lo sean, y nosotros seamos los afortunados de descubrirlas. ¿Quién no ha querido empezar su propia cruzada?, ¿buscar su propia verdad de las cosas?. Hay días en los que te levantas y piensas que sucederá lo que has esperado por mucho tiempo, aunque no tengas puta idea de qué se trata.

Es posible que un fumador esté tras nuestros pasos, siguiendo nuestra línea de tiempo... o que a la larga, nosotros nos volvamos corruptos y terminemos siendo un fumador: aquel con conocimiento reservado que se guarda para sí mismo las cosas y sólo las usa para su propio beneficio... aunque este beneficio sea incluso mantener el ego. Sin duda, todos tenemos un fumador dentro... siempre hay algo que callar y que no debe salir a la luz... un lado B?... quizás. Y es que si descubriéramos la verdad que tanto buscamos... ¿qué haríamos con ella?, ¿a alguien le importaría?... a menos que descubriésemos la cura de todos los males... gritar no nos serviría de mucho.

Y de si de discursos paranoicos se trata... el regreso para un fan es algo impagable... sobretodo cuando se supone que es imposible. Después de Fight the Future, creí que a Chris Carter ya se les había olvidado la pantalla grande... pero según las últimas informaciones, ya no habrá que especular tanto. Una segunda película vendría en camino. I want to believe!... será mi consigna de aquí al 2009. A esperar!, negarlo todo... y nunca confiar en nadie!


miércoles, agosto 15, 2007

Pasar agosto

Agosto es un mes complejo... extenso, frío, lluvioso, oscuro. Quizás lo más complicado de este mes... es lo "tan cercano" que parece la primavera... septiembre.... con sus días soleados, sus feriados anhelados y esa sensación de que el día tiene más claridad. Debe ser eso... la complejidad de agosto es el anhelo de que se acabe pronto.

Tamaña reflexión para un día como hoy: oscuro y frío. Debo reconocer que siempre me ha gustado el otoño y el invierno... pero en estos meses ha sido bastante poco lo que he podido disfrutar de ellos. Con esa condena... ya no me sorprende el pedir a gritos algo de sol.

Feriado... feriado... anhelado feriado. Ayer me fui de "terremotos" en Las Tejas... en la mesa de te club con mis compañeros de universidad. Llegaron hasta los que ni siquira pensamos que llegarían... curioso... pero entretenido. Volví a mi casa con la sensación de haber tenido un carrete, de esos típicos de la u en día de semana. Me dormí como un angelito hasta despertar hoy... con ganas de seguir durmiendo... el día no acompaña mucho... no hay energía.

Mañana lunes chico... es de esperar que esté relajado... todavía ando con las neuronas dormidas. Mañana también termina la teleserie... "alguien te le está mirándotele" (deformación coloquial)... yo nunca la ví... pero veré el final... para no perder la costumbre de conectarme a las cosas al último minuto. Anécdotas de ese tipo tengo varias... otro día les contaré más de ello.

martes, agosto 14, 2007

Always is a long time

Lateada... estoy mirando el reloj que no avanza, justo cuando más quiero que se mueva. Es que este feriado de mitad de semana es más que esperado... es que quiero salir de esta oficina que está heladísima... me imagino mi cama esperándome... me imagino unos tragos antes de volver a casa.

La oficina donde estoy está vacía, pude subir un poco el volumen de la radio... la ausencia de ruido es fatal en estas horas de la tarde. Creo que no podría avanzar más en las cosas que estoy trabajando... me da lata, así de simple. Y aunque esa declaración atente contra mi rol de trabajadora responsable y comprometida... no tengo nada que me justifique... o quizás sí: esta semana mis neuronas están en otro lado del planeta... menos en las encuestas y el análisis de datos.

Hablaba con Chascón un poco después de mi almuerzo... le pregunté si me notaba "más vieja". Aparte de reirse como 5 minutos (sí, me lo merezco también), me dijo que si más viejo era darle vueltas a la rueda y mirar como rueda en vez de rodar con ella... sí, era vejez. Uhm... creo que le respondí que sus metáforas eran obsoletas... aunque entendía perfectamente a lo que se refería.

Ya... mejor sigo haciendo algo... total, ya queda menos. Las Tejas me espera dentro de un rato... y después mi reencuentro con Morfeo.

domingo, agosto 12, 2007

Conocimiento reservado

El viernes me levanté con la idea de tener un fin de semana entretenido. Aburrida de los fríos, (aunque igual emocionada por la nieve del miércoles), tomé la decisión de no vencerme por el pajerismo y programar actividades que fueran acordes a un fin de semana "provechoso". Dicho y hecho.

Después de terminar mi jornada laboral, apagué mi equipo y salí sacramentalmente a las 4 de la tarde. Claro que mi fin de semana no empezaba ahí: tenía que solucionar los problemas que se me presentaron durante la semana, con mi celular y con mi licencia médica. Cerca de las 17:30 hrs... y después de haber pataleado e incluso amenazado a la pobre niña de Movistar, salí de ahí... con el convencimiento de que en este país, deberíamos ganarnos el premio a la "solución parche inservible". En fin... al menos quedé con la conciencia tranquila de que hice mis descargos y que más les vale que me solucionen el problemita... sino... conocerán la faceta poco agradable que no muestro casi nunca.

Ahí dejé suspendida mi ofuscación. Había comenzado, por fin, mi fin de semana. El plan Nº 1 fue partir al Giros de Román Diaz, ahí estaba uno de mis compañeros de trabajo esperándome. La idea era tomarse unas cervezas y comer algo... poco a poco se nos irían uniendo los demás. Y aunque el resto hizo su aparición... quienes terminamos carreteando fuimos tres. Dado que en el local no se podía fumar, nos cambiamos a uno que estaba a escasos pasos... otras cervezas, algunos rones... casi ni me percaté de la hora que era... no lo tenía siquiera en mente. La gente con copete tiene todo un rollo... el hecho de hacer y decir cosas que en estado "sobrio" no harías o dirías... coloca al alcohol como el genuino elixir de la verdad. No hablo por mí, que a pesar de la ingesta alcoholica seguía manteniendo ese, a veces, hastiante hermetismo... sino hablo por la cantidad de cosas que uno puede enterarse sólo gracias al estado etílico de otros. En fin... las cosas pasan por algo... a pesar de no ser buenas noticias, me dejó el paso a tomar determinaciones a corto plazo, lo cual no es malo.

Mi viernes terminó cuando empecé a demostrar efectos de cansancio... el cuerpo me pasó la cuenta y me exigió horas de sueño urgentes... a lo cual no pude decir que no. Agradecí a mis compañeros la velada... y partí a mi hogar. No pasó mucho rato en casa y ya me había quedado dormida.

El despertar de ayer sábado, fue una mezcla de sed, ganas de seguir durmiendo... pero ojos bien abiertos. Fue raro. Tenía la sensación de haber dormido mucho... pero no era tan así... recién eran las 10:30 hrs. En ese minuto recordé algo: tipo 2.30 de la mañana había sonado el teléfono... el cual corté por inercia, sin siquiera saber quien era. Al recordar eso, tomé el celular y vi la llamada perdida... "ah!, de veras... hoy tengo otro carrete", ese fue mi pensamiento al ver el número que había llamado. Le había prometido a Chascón juntarme con ellos el sábado en la noche... y me llamó a las 2 y media de la mañana para recordármelo!!... bueno, te lo perdono... pero que no se vuelva a repetir.

Entre pajerismo y modorra... logré hacer algunas cosas después de la ducha... como salir a hacer clases, por ejemplo... para que vean que la productividad no baja, a pesar de ser fin de semana. En fin... senti que el sábado se me estaba escapando a pasos agigantados... y así fue, casi sin darme cuenta ya era de noche. Partí a la casa de Chascón.

Relato la secuencia porque... lo tomo como un ejercicio recordatorio... una reconstitución de escena si quieren llamarlo así. No me emborraché... pero andaba más odiosa de lo normal... y lo peor de todo, es que parecía que era a propósito. Toda la carga negativa se me estaba manifestando en mi humor ácido y negro... donde los damnificados fueron, la polola de un amigo y Chascón... bueno, Chascón me conoce... él no tiene rollos con eso... pero la pobre niña... uhm... creo que me gané una enemiga y el sitial en una lista negra ajena. Que diablos... pero es que me carga cuando la gente empieza con "esto es así, y es asá... y yo tengo razón, y el resto... que se vaya al demonio...". Sí, lo reconozco... andaba poco tolerante.

Así es que me puse a meditar acerca de la tolerancia (más de una vez lo he hecho)... y pensaba en cómo podemos ser tolerantes si es que no entendemos al que (o lo que) toleramos. Creo que la tolerancia a lo que no se conoce... es sólo ignorancia. Es un juicio fuerte... pero creo que tiene bastante evidencia empírica. Así prefiero que me llamen intolerante... aunque en general, peque de ignorante. Gran frase!

En fin... ya hoy domingo... no queda mucho más... sólo flojear... mirar tv... dormir... siiii, dormir... el mejor ejercicio declarado del fin de semana.

martes, agosto 07, 2007

Miss Simpatía

Sí... aunque no lo crean, debería ganarme ese premio. Así como el de Miss Tolerancia, Miss Soluciona-Cachos, Miss Consejos, y por supuesto, el de Miss Humildad, jaja.

Naaa... no es eso. Sólo quería ilustrar que a veces hasta una se siente perna siendo tan buena gente... tanto, que llegas a pecar de estupidez. No chicos!, no permitan que eso pase, pongan límites desde el principio... finalmente, la dignidad es lo único que nos queda.

Este es un mes de ciclos... en un par de semanas cumplo un año en mi trabajo actual (y yo que pensé que iba a durar no más de tres meses), se acaban las clases particulares... se acabarán las clases de inglés... etc... etc... y habrá que pensar qué hacer con el feriado largo de septiembre... y luego empezar a contar los días para navidad. En pocas palabras... el año se nos está acabando a pasos agigantados. Que susto. Y eso que ni siquiera pasamos agosto.

Otros sustos... tengo dos matrimonios... (no míos, por cierto). Uno en febrero y otro ahora a fin de mes. El de fin de mes, es una amiga que se va a Francia a hacer su doctorado... y que se llevará a su flamante marido para entonces. Cuatro años fuera de Chile... es harto tiempo... pero la cabra es aperrada, y además se va con su novio... así que apoyo no le faltará. ¿Por qué estos son sustos para mí?... bueno, creo que porque da la sensación de que el mundo se mueve vertiginosamente.... y una está demasiado quieta como para observarlo. That's all.

A todo esto, lo de miss simpatía no era talla... al menos los encuestadores de mi empresa me adoran, jajaja.

sábado, agosto 04, 2007

This is not happening

La muchacha era paradigma de la juventud ilusionada... con la sola idea de ver al amor de su vida nuevamente, se le iluminaba el rostro. Él no sabía que ella iría a su encuentro esa noche... pensaba que todavía estaba en el campo, estudiando... y que su retorno no sería hasta dentro de unos meses más. La muchacha quería sorprenderlo, le habían dado unos días libres, y no aguantó la espera... tomando el primer tren que la traería a casa.

El muchacho, al que no le gustaba la soledad, durante el tiempo de ausencia de su novia, buscaba la forma de no sentir nostalgia. Sus amigos trataban de ayudarlo, invitándolo a salir, compartiendo tardes enteras con él... junto a las botellas que animaban las veladas.

Pero aquella velada, las cosas fueron distintas. Ya no bastó con las risas masculinas y el alcohol... la necesidad de un perfume distinto se hizo sentir. Los muchachos advirtieron como el chico se acercaba a una de las mujeres contiguas a la barra... comenzó a hablar con una de ellas... reía... el alcohol lo había relajado... llevó a la mujer de la mano a una de las habitaciones que el local tenía en el 2do piso. Dio rienda suelta a la imaginación y a los deseos contenidos por meses... susurraba el nombre de quien precisamente no estaba con él en ese instante... o al menos eso creía en un primer momento. Cuando la razón ya era parte de un recuerdo... se abrió de golpe la puerta de la habitación.

Y la exclamación de la muchacha que acababa de llegar... aunque un poco obvia... sorprendió al muchacho y a la mujer que estaba con él:

"Oh my God... I can't believe it!... this is not happening!"

Dicho esto, la chica volteó y salió corriendo de la habitación. El chico, aún un poco pasmado... apartó a la mujer de su lado, y salió corriendo detrás de la muchacha escaleras abajo. La multitud, sin saber mucho que hacer, comenzó a murmurar: "¿Qué diablos había pasado?". Para cuando el muchacho llegó a la salida del bar, ella ya había desaparecido... para siempre.

Nadie sabe como vivió el muchacho después de eso... y es que quizás ni siquiera importa. Así como tampoco importa el que haya estado pensando en ella mientras tocaba otro cuerpo. Lo que importaba, ya dejó de importar. Y con eso... cualquier pasado es eso... pasado.

Esta historia me la contó una persona... hace unos años atrás. En principio tenía la impresión que era sólo ficción. Con el tiempo supe que fue él... el muchacho del relato. Una vez le pregunté si se acordaba de ella... me respondió que sí, pero que para el caso... ya no importaba...

miércoles, agosto 01, 2007

Benjamín

Eran casi las 19:00 hrs. del lunes... estaba helada la tarde. Pero no importó. Salí de la oficina con mi abrigo abrochado hasta el cuello, mi bufanda regalona y mi gorrito negro de lana. Caminaba por Pedro de Valdivia con dirección al sur... mi nueva misión era constatar la noticia que había recibido en la tarde: el hijo de Lolo había nacido.

Un nacimiento siempre es una gran noticia... pero en este caso, la importancia aumentaba... quizás porque has estado cerca de los padres mientras vivían el proceso, quizás porque en parte lo has vivido también, quizás porque estás esperando que sea lo necesario para marcar una etapa, una señal y un cierre... la esperanza de que con el nuevo nacido, nazca también la oportunidad, que se renueven las fuerzas, que exista esperanza y la posibilidad de recuperar, un poco, el amor en la humanidad (si es que existe)... y que por un segundo, te pases por alto los sinsabores de lo cotidiano, y vivas algo extraordinario.

Y lo es... y lo fue. Al ver a ese pequeñito en brazos de su madre, comprendí que en ese instante... el tiempo se suspendía hasta nuevo aviso. Que el orgullo cabe dentro de un ser humano y que todo el amor (el que sí existe) podía transmitirse a ese ser, que sólo tenía unas horas de vida. Comprendí que las palabras sobran, y que sólo basta un gesto para manifestar la emoción de un momento como ese. Bienaventurados todos aquellos que han tenido la oportunidad de vivir o presenciar algo así... es una belleza a la que ninguna descripción podría hacerle justicia.

Benjamín llegó a este mundo gracias a sus orgullosos padres, los que ahora disfrutan el tenerlo a su lado. Es una gran responsabilidad, ellos lo saben... pero eso no mitiga el deseo de hacer frente al futuro. He ahí la capacidad humana de entrega... uno a veces duda que exista, pero afortunadamente nos equivocamos al respecto.

Al tenerlo en mis brazos, un escalofrío recorrió mi espalda... tan pequeñito, con sus ojos cerrados y sin protestar, a pesar de que era una extraña quien lo mecía y admiraba con detención. También sentí un escalofrío por mí... ¿así de rápido pasa el tiempo?, ¿así se siente en verdad?, ¿podría yo afrontarlo?, ¿tendría la fortaleza suficiente?. Muchas preguntas... ninguna respuesta. No eran necesarias en ese momento... lo importante era darle la bienvenida al pequeño, a este mundo... a veces problemático, a veces hastiante, pero que de todas formas tiene cosas que vale la pena conocer, y por las cuales quedarse.