Martes 21 de abril de 2020.
Llevo más de 30 días encerrada en mi casa por cuarentena.
El virus de moda está dejando la escoba en el mundo y era algo que no se veía venir... o sí?
Así como el estallido social de octubre pasado... tampoco se veía venir?
En fin... lo que me mantiene con cierta "cordura" es la evasión del mundo. Y eso ha implicado volver a lugares como este. Re-leer lo que escribía hace más de 10 años. Y es que curiosamente varias de esas cosas ya las había olvidado. Así es como "te come la máquina".
De todos esos deseos y planes futuros ya parece que el tiempo los va arrebatando lentamente... o no tan lentamente. A mis 37 años aun me gustaría tener un poquito de la energía que tenía a los 33. Y es que lidiar con la vida adulta en todo su esplendor te lleva a momentos donde quieres abandonar todo y volver a ese espacio protegido, donde todo era "mañana". Hoy muchas cosas son "ayer" y lo que es "hoy" no emociona tanto. Es como estar en un limbo constante. No me gusta.
Estos años se han llevado muchas cosas... se llevaron a Hotchito, por ejemplo. Un dolor de esos que se estanca en el pecho y que difícilmente se va. También se llevaron los planes de año nuevo. Llevo más de dos años no planeando nada. Ni siquiera me tomo la molestia. Y si esto es "marcar el paso", pues bien, eso será. Tampoco haré un drama con eso. Gracias por nada.