Con esa palabra busco resumir de forma "elegante" una serie de síntomas asociados al envejecimiento corporal y mental: canas, olvidos, achaques, flojera crónica... parece que fuera de las ancianas que se quejan todo el día y que la gente odia por lo mismo. Pero no he llegado a tal extremo... sólo me autocompadezco cada día que me encuentro una cana nueva. Quizás es la única forma de justificarme ante la inercia. Hasta hoy sirve.
A pesar de eso hoy aprendí algunas cosas de mi misma: estoy loca, pero mi locura es "limpia" y autosuficiente. Mis achaques son cargantes, pero más grave es mi dramatismo.
Pensar en soluciones siempre ha sido parte de mi vida... tenía la idea de "solucionar" mi vida... error de esos grandes, porque la vida no es un problema, si no que yo me aproblemo con mi vida. Mirar para adelante... iba en buen camino, pero me golpearon feo (o me golpee yo) y me caí de nuevo. NO IMPORTA!: YO ME PERDONO!!, por pastel, por pava, por no darme cuenta de las weas... así de simple. ¿Y qué tanto?, si a la gente le gusta bien... si no, al carajo.
Este año espero tranquilidad... hacer cosas, como siempre... pero no me quiero ahogar, no quiero terminar cayendo en las tonteras de la gente.
Pensaré que las canas nuevas que aparecen me darán la potestad de decirle la gente: váyanse al diablo!, yo tengo experiencia!
