domingo, abril 19, 2015

Haciendo la pega

Hace un par de días almorzaba con una colega en el "sin cariño" y me comentó acerca de su actual frustración: había perdido todos sus mails antiguos de su cuenta Hotmail. Como nos ocurrió a varios, con la llegada de Gmail se nos olvidaron las cuentas "poco serias" de Hotmail y Yahoo, el "loquita_bonita19@hotmail.com" se convirtió en un mail "serio", donde solo el nombre fome y verdadero tenía cabida. Y años después, tratando de "reconstruir" la historia, ya todo estaba perdido en el ciberespacio.

Este relato me hizo recordar mis primeros años en la red. Estoy hablando de la época donde recién el Messenger empezó a agarrar vuelo y el ICQ iba en declive. Pero como yo era una chica avanzada, además de estos servicios de mensajería, tenía MIRC. Nadie que se jacte de haber sido un "chatero" de tomo y lomo desconocería lo que eran los canales IRC, ni mucho menos se hubiera marginado de ellos. Así como tampoco quienes entraban a los canales "futuro" o "concierto" a inicios de la década del 2000 podrían no recordar a Amanda Perry Williams. Esa es una historia que quise borrar por muchos años: en la transición a la adultez parecía poco elegante contar las historias de esos canales y cómo la vida virtual se cruzó con la vida real en varios puntos.

Hoy, mirando con distancia, es parte de la historia, de mi historia. Tampoco trato de enterrarla, es más, hay veces que trato de recordar más de lo que mi memoria me permite. También perdí una cantidad de correos y mensajes que quizás me hubiera gustado volver a leer en estos años. Pero bueno, aún tengo este blog, el cual no he respaldado (por cierto) y que tiene un pedazo importante de historia. Cuando lo leo todavía me sorprendo con algunas cosas, y es que cuando dejas pasar el tiempo, los hechos se ven distintos a como uno los contó en su momento.

En fin, esa conversación revivió la nostalgia. Al volver a la oficina entré a mi cuenta de Hotmail (ahora Outlook), por si mágicamente aparecían los correos perdidos...no, no aparecieron. Estuve una hora más navegando a ver si aparecía alguna solución que no haya visto antes... tampoco sucedió. Puedo decir que esa tarde compartí bastante de la frustración de mi colega... pero bueno, había que seguir haciendo la pega, así que cerré el navegador y puse manos a la obra.

lunes, marzo 30, 2015

Insomnio

Esa vieja costumbre...

Ya hacia tiempo que no daba una vuelta por acá. Mentiría si dijera que no tengo espacios para ello. De hecho, uno de los espacios más habituales se da a esta hora: cuando todos duermen, menos yo.

Así es, la maldita costumbre del insomnio que creía haber erradicado cuando comencé a trabajar...ha vuelto...o quizás nunca se fue del todo. Ha tomado un lugar importante en el día...solo puedo zafarme de él cuando tengo un día casi literalmente "demoledor". Creo que he ido olvidando lo que era conciliar el sueño de forma natural y casi instantáneamente. Ya no. Pues el repaso del día antes de dormir, se vuelve el repaso de ayer, antes de ayer...la semana pasada, y un largo etc.

Tal vez ya seria bueno dejar de pelear con él y aprender a convivir. Pero la porfía va en ambos sentidos. No quiero dejar de pensar de noche, pero me gustaría controlarlo más. Epa! Palabra prohibida!!!!! "controlar", ya se...no puedo controlar todo en mi vida, pero al menos me gustaría poder decir en la noche: "ya, basta por hoy".

¿Cuándo se hace más crítico?, pues cuando más necesito despejar la mente. Eso es lo molesto. Debo dejarlo ir...debo dejarlo ir. Eso supone muchas cosas, como dejar de preocuparse por huevadas y simplemente ser....

¿Moraleja de hoy a partir de eso? No puedo estar en todos lados ni para todos los seres humanos de este planeta...quizás es la hora de renunciar a algunas cosas y quedarse con lo importante, al menos lo que sienta como importante. Quizás así el repaso del día se haga más corto y me pueda dormir más temprano.