sábado, febrero 24, 2007

Te enojai por todo

Si pensaron que ya estaba de guata al sol en estos minutos, se equivocaron... pero solamente por un cálculo de días... mañana a esta hora estaré en esas condiciones.

Esta semana fue de locos... quienes tuvieron el "no-privilegio" de verme pueden comprobarlo. Especialmente irritable, especialmente enojona. Y es que tratar de dejar las "cosas en orden" antes de irme de la ciudad ha sido más difícil que en años anteriores. Ayer sentía una mezcla de alegría con ansiedad... y claro, un tremendo cansancio por las pocas horas de sueño que llevaba en el cuerpo desde el fin de semana pasado.

Pero a fin de cuentas, a quien le importa!. Es sólo para justificar mis malos modos con algunos de ustedes (sorry chicos).

Mañana me voy de la ciudad... planeo volver a fines de la otra, a ver si me voy a San Fernando por el fin de semana que viene.

Si seguimos hablando de irritaciones, supongo que tendría que mencionar el último arranque de H. Conviene mencionarlo por una razón simple: estaba yo al medio. No me pregunten por qué, pero tengo un especial poder de estar en los lugares en los momentos más incómodos... y para colmo, debo actuar de "mediadora". En fin, como siempre salí victoriosa, con mi ya conocido tono pasivo y reflexivo. Cuento corto: conocí a la madre de su hijo en un momento poco adecuado, justo en una discusión de ambos. Finalmente, con sangre fría traté de desviar la discusión... o al menos bajarle el tono. Es increible la capacidad que tenemos para actuar... lástima que es sólo algo reactivo y que al rato nos damos de cabeza al muro sin entender como lo hicimos.

Lo notable del asunto es que descubrí que me estoy colocando tan irritable como H, o como cualquiera... por eso tampoco pude recriminar su actitud del todo. Malos días tenemos todos... lo incorrecto es hacércelos sentir al resto... pero es algo que se va haciendo incontrolable con el tiempo.

El tiempo... que pasa rápidamente... ya son casi las 12 y no he preparado mi bolso de viaje. Cerraré transmisiones por unos días, es justo y necesario. A la vuelta les contaré como anduvo todo... a ver si hay novedades que contar.

Una post-data sobre música que he estado escuchando en este rato:

Del baúl: unas de Dido... me acuerdo cuando entré a la u... particularmente del invierno 2001. No se por qué... pero tengo esas imágenes en la cabeza: yo entrando a la cafeta de sociales y de fondo "Here with me". Hasta siento el frío de invierno en mi cara y el olor a café (que con los años se fue convirtiendo en olor a fritanga... pero bueh... eso es tema de otro post)

Cosas freak: un cover de Marilyn Manson para la canción "Spin me round" (Dead or Alive). Que wea más freak!, si tienen la oportunidad escúchenla... en lo particular me produjo un corto-circuito neuronal... pero me quedó el sonido, tanto que la coloqué en la lista de la pendrive.

viernes, febrero 16, 2007

Sácate un paragua...s

Día extraño: hace caleta de frío y llueve como si fuera invierno. Sí, son como esas cosas climáticas raras que pasan en los veranos de la capital. Y aunque "presentía" que podía llover, no me le hice caso a mi intuición... así que no me abrigué, ni menos salí con paraguas ante el miedo de hacer el ridículo en la calle con semejante objeto. Finalmente el ridículo lo hicimos todos aquellos que tuvimos que correr para huir de los goterones que caen abundantemente hasta esta hora. Fue gracioso, cuando entré al Mideplan sólo estaba nublado... cuando salí, llovía a chuzo. En ese instante me odie por no haber traido mi paraguas regalón (el único que tengo, por cierto)

A pesar de ser un corto día, logré hacer varias cosas... desde ir al centro, sacar dos planillas, ingresar 280 encuestas, contactar clientes -odiosos, por cierto- etc... etc. Cortito, pero productivo. Sin embargo, igual este fin de semana tuve que traerme pega para la casa. ¿La razón?: salgo de vacaciones el próximo viernes, y tengo una lista más o menos larga de cosas que quiero dejar listas antes de irme. No quiero ni pensar que vaya a sonar el celular por algún "cachito de oficina" mientras estoy de "guata al sol". No señor... ni pensarlo.

Como el día ha estado bastante "invernal", he tenido unas ganas tremendas de estar en mi casa, acostada y viendo una película. Ahora estoy en mi casa... pero ni acostada, ni viendo películas. La labor de "dueña de casa" que tengo hasta el domingo no me lo permite. Tendré que conformarme con que llegue la noche y pueda tener mis horas disponibles para hacer lo que se me antoje. No saldré... con agua, ni a la esquina!.

Ayer me fui a tomar unas cervezas después de la pega con la Claudia. Fue un notable momento de relajo... necesitaba distraerme, reirme, desconectarme. Lo logré. Claro que llegué a mi casa en calidad de bulto... entre el cansancio y las cervezas. Eso aumentó la tremenda lata que tuve hoy al momento de levantarme. Pero filo! era viernes!.

No he tenido muchas noticias del mundo. Hablaba con la Hegeliana hace unos días... la pobre con esto de la cesantía está deprimida. En cierta forma lo entiendo... yo también estuve cesante. Pero el des-ánimo finalmente anula cualquier posibilidad... una no se da cuenta, pero pasa la mayoría de las veces.

En fin... aproveché de escribirle a María. Tuve un espacio durante el día y le escribí un mail donde "escupí" de todo un poco. Entre boletín informativo y terapia. Es un buen ejercicio... sobretodo un día de lluvia.

miércoles, febrero 14, 2007

El día de los "no-enamorados"

Estoy segura que muchos sacaron cuentas alegres el día de hoy: las confiterías, las florerías, la señora que vende rosas en Providencia con Pedro de Valdivia, los restoranes, los moteles, Village y las compañías de celulares. La excusa era contundente: el Día de los Enamorados, donde la gran mayoría de las personas andan suspironas por la vida, con una sonrisa dibujada en el rostro y mirando la hora para que se acabe día luego e ir al encuentro de su enamorado (a). Caminar por la calle era momento para constatar esto que les estoy diciendo... en ningún otro día del año se ven tantas flores caminando. De hecho, el metro olía a rosas... pero el único detalle negativo y punto en contra, fue para los que compraban ramos muy grandes. Señores, ¿cómo se les ocurre subir al metro con tamaño ramo?. De repente me vi atacada por un ramos de calas que me abofeteaba cuando se le daba la gana. Definitivamente eso no fue agradable.

Pero bueno, algunos lo pasaron (o lo están pasando) felizmente con sus parejas, pololos(as), maridos, esposas, amantes, etc... etc. Pero hay otro grupo que por diversas razones no tiene esa posibilidad. Algunos de ellos pensaron lanzarse al metro, ser arrollado por un bus troncal, tirarse al Mapocho, o simplemente no salir de su casa (menos prender la tele o la radio). Uno de ellos me comentaba hace un rato... "debería existir el día de los no-enamorados, así habría una compensación social por restregarnos tanta felicidad en la cara". Si bien el comentario me pareció "algo" resentido, no me pareció mala idea el día de los no-enamorados. ¿Qué tiene que malo no estar enamorado?, con todos los problemas que acarrea tener una pareja, sería suficiente motivo para celebrar el no tenerla. Sí, eso también es extremista, pero la idea era ilustrar que un estado no es menos ventajoso que el otro.

Bueno, para todos ellos (y para mí, que también aplico este año)... Feliz día de los no-enamorados!"... una celebración que dura 364 días al año!

PD: Una lástima, hoy no me tocó sentarme en las piernas de un fogozo galán como sugería Lolo, quizás en un próximo viaje.

martes, febrero 13, 2007

Encuentro (otra vez)

Definitivamente salir a caminar por las calles transitadas de Santiago es como para asustarse. O sea, si van a hacer alguna maldad, como andar de la mano con la amante, perpetrar un asalto a un banco o realizar un atentado terrorista... ni se les ocurra hacerlo en Providencia o en el Paseo Ahumada, porque es posible que más de una persona los reconozca.

Hoy quise almorzar afuera... digamos que estaba un poco apestada del ambiente de oficina. Si bien es cierto, casi no hay gente... el trabajo no disminuye, y los cachitos saturan. Lo que menos quieres en tu horario de colación es pensar en los teléfonos, las planillas o las reuniones. Así fue que decidí darme un gusto y fui a comer a uno de los restoranes de 11 de Septiembre. Como se trata de un local que recién están inaugurando, te atienden la raja... a la otra no me agarran de un brazo para invitarme a entrar.

Me senté en el sector de fumadores, casi por un tema de inercia. Llegó una niña a atenderme. Le pedí un surtido de ensaladas con camarones y un jugo de durazno ("si nos vamos a dar un lujo, que valga la pena", pensé). Cuando la niña me trajo el jugo me dijo casi de la nada: "¿Le puedo hacer una pregunta?, ¿Usted salió del Cervellón?". Yo estaba leyendo el diario y de inmediato levanté la vista. Respondí que no, que yo había salido de un colegio de La Florida. Mientras decía eso me empecé a fijar que la niña si tenía rasgos que me eran familiares. Ella replicó, "¿Del Chilean?". Así fue como empecé a recordar... ella iba en mi colegio de la media, pero era de un curso más abajo. Llegamos a esa conclusión... ella había salido del matemático y yo del humanista, pero ciertamente nos conocíamos. Es curioso que todavía se generen ese tipo de "empatías territoriales"... sólo por el hecho de haber compartido un espacio o un tiempo común.

Almorcé con la sensación de verme a mi misma "crecidita", algo similar a lo que me ocurrió el viernes pasado en el bar. Extrañé la libertad de mis movimientos, de no tener que cuidarme si me despeinaba o si se me desataba el zapato o si tenia un agujero en la polera. Ahora estaba sentada, comiendo cual señorita... con una blusa bien abotonada, pantalones de vestir y zapatos formales... arreglándome el pelo cada vez que el viento las agarraba conmigo. Me dieron unas ganas tremendas de estar tirada en el pasto después de comer.

Terminé de almorzar y de leer el diario. Pagué y me despedí de la niña que me atendió. Fue agradable... es probable que repita la operación en otra ocasión. Al menos se que tendré a alguien que conozca y en un tiempo más podría darme el lujo de llegar y decir: "lo de siempre, gracias".

Es todo lo digno que tengo para contar ahora. De Transantiago, el tema del momento... no me referiré, simplemente porque todavía no hago uso intensivo y extensivo de él. Sólo me puedo quejar de que el metro se hace más sudoroso y poco íntimo. Estoy segura que mañana tendré que abrazar a un tipo para irme más cómoda (o sentarme en las piernas de una señora).

sábado, febrero 10, 2007

Mantenerse presente

El hecho que fuera viernes aumentaba las posibilidades de sacar un mejor provecho de la alegría al finalizar la semana... salía temprano del trabajo, iría a un asado después, etc.; sin embargo, a las 9 de la noche me encontraba sentada en la barra de un bar conversando sobre UFO's, conspiraciones y frustraciones televisivas con los chicos que atendían a esa hora.

Esto es lo que la gente llama "citas fallidas". Aunque si nos ponemos estrictos, no se trataba de una "cita" propiamente tal... ni tampoco resultó "tan" fallida.

Era la hora de salida del trabajo... hacía un calor que incitaba a estar en una hamaca bajo la sombra de un árbol o dentro de una piscina con agua muy fría. No tenía ninguna de las dos opciones lamentablemente. Caminaba por 11 de Septiembre pensando en una mineral bien helada que compraría cuando bajara al metro. Para variar, iba escuchando música en mi pendrive con la mirada fija en la escalera de la estación que se acercaba más y más. Sin darme cuenta, sentí un tirón en un brazo... imaginé que estaba siendo víctima de un "lanza"... y cuando me iba a dar vuelta con el rosario a punto de ser recitado, me encuentro que el sujeto que había tironeado mi brazo no era un desconocido... o al menos su cara no me pareció extraña al verlo... aunque me costó un par de segundos recordar quien era precisamente. El momento en donde lo reconocí no pasó desapercibido, dado que el sujeto sonrió y dijo... "te costó parece".

Fui sincera y respondí que sí, que la memoria es frágil cuando han pasado su par de años. Y era cierto: de todos los racconto que he hecho de mi vida hasta acá, hay muchas cosas que no he vuelto a recordar... han pasado de largo o simplemente no se han cruzado con los hechos relatados aquí. Este era el caso... JP era del listado de personas importantes en la época escolar, pero que no perduraron por un tiempo prolongado, dejándose al olvido en el tiempo. Ahora se veía distinto... ya no era el niño lampiño que recordaba... sino que ostentaba una prominente barba (bien cuidada, por cierto). Estaba más alto, pero también más rellenito. Debo decir que después de observarlo un rato mientras hablábamos pensé "se ve bastante bien", y me era agradable mirarlo. Fueron cerca de 10 minutos en la escalera del metro hablando cuando me preguntó si iba apurada a alguna parte. Le dije que había salido del trabajo y que iba a mi casa. No se por qué (creí en un principio que era por cumplir) me invitó a tomar algo. Traté de decirle que no... que a lo mejor lo estaba demorando y que no se preocupara por mí. Pero ciertamente mi negativa iba más por algo personal que por una razón altruista... era una situación extraña, dejamos de tener contacto hace años y prácticamente desconocemos qué ha sido de nuestra vida en el último tiempo. Me extrañó el interés de este personaje en seguir la charla, si bien en algún momento me pareció hasta sospechoso. Insistió tanto que a fin de cuentas, más por curiosidad que otra cosa, acepté.

La gama de restorantes y bares que ofrece Providencia te obligan a tomar decisiones como "entremos acá, no lo conozco, pero me tinca". En efecto, no es un barrio que conozca como la palma de mi mano, pero en estos meses me he aprendido a defender. Pedí una cerveza... el calor ni me hizo pensar en un trago. JP pidió lo mismo. Continuamos la charla. Creo que lo más destacado era que a pesar de tener una laguna prolongada (7 años o más... no se), nos reimos de varias cosas, típicos recuerdos de cabros chicos nostálgicos... bueno, no es muy distinto de lo que pasa cuando me junto con mis amigos del colegio. Aún así, la hora se me pasó rápido.

De repente mi interlocutor vio la hora... eran las 20:50. Cual Cenicienta que ve que se acerca la media noche, me dijo que lo disculpara pero tenía que irse. "¿Algún problema?"... "No, es que mi señora me está esperando con el baby donde mi suegra". Ahá!... pequeño detalle que nadie había mencionado en toda la charla. "Ok, no hay problema" pagamos la cuenta... él se despidió, "un gusto haberte visto...", etc... etc. y partió. Yo me quedé sentada en la mesa esperando algún tipo de iluminación que hiciera que me levantara y me fuera. No llegó. Al final, me levanté de la mesa y me acerqué al bar. Una niña que estaba atendiendo (asumo que de una edad similar a la mía) me preguntó si quería tomar algo. "Una cerveza está bien... bock, gracias". Me sirvió mi cerverza. "¿Sabes que es lo más raro de dejar de ver a la gente?... que al final no los conoces, ni ellos a ti... ¿cuál es la gracia de juntarse de nuevo?". Ella se rió, su compañero que atendía a su lado me respondió algo como "alguna gracia debe tener, si no nadie lo haría". Agradecí su comentario con una risa. Estuve un rato más, pagué y me fui a mi casa. Ya no tenía ganas de ir a ninguna parte... el asado ya no era panorama.

martes, febrero 06, 2007

Onda kish

Tómame o déjame
pero no me pidas que te crea más
cuando llegas tarde a casa
no tienes porque inventar
pues tu ropa huele a leña de otro hogar.

Tómame o déjame
si no estoy despierta, déjame soñar
no me beses en la frente
sabes que te oí llegar
y tu beso sabe a culpabilidad.

Tú me admiras porque callo y miro al cielo

porque no me ves llorar
y te sientes cada día más pequeño
y esquivas mi mirada en tu mirar.

Tómame o déjame
ni te espío ni te quito libertad
pero si dejas el nido
si me vas a abandonar
házlo antes de que empiece a clarear.

Tómame o déjame
y si vuelves trae contigo la verdad
trae erguida la mirada
trae contigo mi rival
si es mejor que yo, podré entonces llorar.

Si adivinan la canción... se darán cuenta del porqué el título de este post.

No tengo muchas ganas de escribir... estoy cansada y tengo mucho sueño.

Pd: para que vean como son las cosas... tengo la canción en el pendrive. Lean bien la letra... capaz que alguno se sienta identificado.

lunes, febrero 05, 2007

Too much for me... now

El tiempo aturde... o sea, igual es lata ver como Santiago se va vaciando de gente (es una forma figurada de decir, porque el metro va y viene lleno como si fuera marzo). Febrero es un mes que debería ser decretado como "vacaciones nacionales"... nos lo merecemos todos... creo.

Bueno, hoy pensaba que va a ser de mí este mes: aparte de añorar la semana de vacaciones que empieza el 25, supongo que el ritmo también bajará... hay pega, pero como febrero es un mes "muerto", no debería ser tan trágico en algunos aspectos. Algo de confianza tenemos al respecto.

La oficina se queda con menos gente... aparte de los que se fueron, están aquellos que salen a sus vacaciones... mi oficina está vacía, lo cual me permite subir el volúmen de la música, pasearme más de la cuenta, fumarme un cigarro con "más calma", etc.

Igual hoy tenía ganas de hacer algo después de la pega, pero me fui desinflando durante el día... tampoco hay mucha gente en la ciudad como para armar panorama, así que las posibilidades se disminuían. Preferí venirme a la casa. Iluminación divina... me vine por línea 4. Luego me enteré que un suicida se lanzó a las vías de la línea 5 a la altura de Camino Agrícola. Parece cierto eso que el verano causa estragos y deprime a las personas... a ese extremo, no es menor.

No, eso de los instintos suicidas no es algo que me toque personalmente... pero igual media turn-off en estos días... es como si la modorra del fin de semana se me hubiera quedado pegada.

De los últimos acontecimientos que no he relatado... les puedo decir que... la semana pasada María se fue a Italia... el mismo día en que se murió la mamá de un amigo. En la misma semana, Chascón terminó con su lola... me enteré que el bebé de H tiene 4 meses... y casi me pillan en mi misión cibernética encubierta. Del acontecer nacional... creo que lo que más hizo que se me levantaran los pelos de la piel... fue lo del incendio en Valpo. O sea, me puse a pensar que yo estuve el año pasado sentada junto con quienes en cierta forma son responsables indirectos... aquellos que quieren modernizar a su manera, aquellos que prefieren hacer la vista gorda... aquellos que se escudan en burocracia barata mientras los barrios del puerto se consumen si no en olvido... en llamas. Política inservible... sólo es cosa de ver.

Bien... es demasiado para mi por ahora... recién es lunes, esperan 4 días más... y no creo que sean tan tranquilos después del buque. Es cierto, el gato no está... pero los ratones no pueden hacer fiesta... porque tienen mucho que hacer.