sábado, julio 30, 2005

Carta Parte I

Lo siento... a lo mejor me demoré demasiado en escribirte... tanto que tal vez ya pasaste del enojo a la indiferencia conmigo... ojalá no haya ocurrido. Creo que me ha costado adaptarme... este lugar es tan distinto... cuando llegué era otra gente, otro idioma, otro clima... es curioso pensar lo que 1 año puede lograr... supongo que tratas de comprender lo que digo, pero no es fácil... te agradezco al menos que te tomes el tiempo de leer estas líneas.

Debí haber escrito antes... pero es que recién estoy procesando todo lo que me ha pasado aquí... cuando me fui de allá tenía tantas perspectivas... tantas ideas, cosas que pensaba hacer... y las he hecho... pero... pero no se... se siente distinto a cómo me lo imaginé. Aquella ansiedad de niña con la cual partí se ha ido diluyendo en profundas divagaciones y vacilaciones... dudé incluso que estuviese en el camino correcto... quería echar pie atrás... quería volver... pero algo me lo impidió... yo misma... diciéndome que debía darme una oportunidad... y así fue... me la dí.... y aquí estoy... pero algo de mí todavía se ancla a donde estás tú... no se lo que es... afectos?... cariños?... nostalgia quizás?... sea lo que sea, siempre hay algo que me hace recordar lo que he tenido que dejar, y quizas lo que he tenido que perder indefectiblemente y que no podré recuperar... me lamento de una desgracia de la cual ni siquiera estoy cierta... y quizas el ver que no vas a contestar esta carta será la comprobación que busco para decir que ya lo perdí todo ahí... y que tengo que empezar de nuevo... mientras eso no ocurra, siempre tendré la secreta esperanza y la secreta opción de regresar... de volver... aunque racionalmente no sea lo correcto o lo necesario de hacer.

Cuando desperté hoy... con el sol de la mañana entrando por la ventana del departamento... sentí un frío... que no provenía de la ventana... si no de mi misma... miré a mi alrededor y sólo vi el vaso de ron que dejé a medio beber anoche, el cenicero con cuatro colillas y el libro que me regaló la Pamela cuando cumplí 15 años, abierto en la página 117... fuera de eso no tenía nada más... sentí algo de hambre... me levanté y prendí el hervidor... me preparé un café y una tostada con margarina... me senté en el sillón y prendí el televisor... el inglés me batió de inmediato y apagué el maldito aparato... encendí la radio... música de los '90... December de Collective Soul... "un recuerdo" dijo el locutor... por un segundo me vi con 16 años al lado de la radio... esa imagen se esfumó en un instante.

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