martes, julio 22, 2014

Como las polillas

Es perturbador cuando aparece ese pensamiento una y otra vez. Cuando crees que ya está superado y que el camino se ve despejado...de golpe otra vez. Al momento que siento que me acerco más a la luz, choco con la ampolleta y vuelvo a retroceder, como las polillas.

Será que mi destino es acercarme demasiado pero nunca lograrlo?. Hoy comentaba que me sentía como en un dilema quijotesco: será que me quiero lanzar contra los molinos siempre?

No es "terrible". Sería terrible no poder hacer nada, vivir angustiada, no tener nada que valga la pena al lado. No es terrible, pero es "desmotivante". Hacia mucho tiempo no me sentía hastiada de mi entorno laboral. Hacía tiempo que no me daba lo mismo.

Tal vez es la vida que vuelve a decir: "ese no es tu camino, no insistas".

De todas formas, dejo mis meditaciones en eso. Tengo cosas más importantes que priorizar. Tengo una familia, un señor marido que me necesita, un hijo perruno que criar. El resto importa un carajo.



No hay comentarios.: