Hoy me puse a escuchar todos los discos que tenía acumulando tierra en el baúl... aquellos con los que comencé a escuchar música de manera independiente: los '90... entre grunge, rock, cabelleras largas, voces rasgadas, jeans, camisas anchas... etc. Creo que ahora recién tiene todo un sentido... y es que después que pasan los años, recién todo ese mezclado de grupos se dibujan en un estilo y en una línea... lo que antes me parecía tan heterogeneo, ahora tiene una etiqueta: los '90.
Junto con la música, el viaje consiste en repasar esos años... estamos hablando de 1994, cuando en la radio sonaba Candelbox, Pearl Jam, Collective Soul, y así... cuantas veces no me fui en la mañana al colegio escuchando "You" o "Shine"... en fin... con eso yo crecí, con eso de escenario, el último resabio del siglo... al menos el que haya valido la pena a mi gusto. Desde ahí, han sido varios los esfuerzos por revivir en parte aquella época de "rock y guitarras" (recuerdan eso?): Creed, 3 Doors Down, Nickelback, etc... un sonido que me lleva hasta esos años, pero que como es obvio, no es igual. No se por qué ahora me dio por escarbar ahí... me asumo como una desfazada de época en cuanto a música... la gente que me conoce sabe de qué estoy hablando... aún así siento que es válido buscar mi herencia en la generación que me corresponde, me alegra saber que hay mucho de eso que permanece... no me pone tan triste como para pensar que no hay nada ahí que valga la pena... al contrario.
Pero bueno, aparte de recitarles sobre los '90, sólo quería dejar testimonio de mi paso adolescente... el que existió efectivamente: el sueño de ser músico, de ir de gira con mi guitarra, de tocar rock, de que la gente me reconociera y me pidiera autógrafos: sexo, drogas y rock and roll, jajaja... sí, también quise ser famosa alguna vez... el sueño del adolescente que busca identidad en la rebeldía, que se expresa en la música, en la ropa, en la forma de hablar... mucho de eso se ha ido con el tiempo... con los años será aún más notorio... ahora no quiero ser rockera, menos irme de gira y esas cosas... quizas me quedo con el sexo y las drogas y menos rock and roll, jajaja... no, en verdad... los sueños de ese tipo ya no están... ahora es el trabajo, la estabilidad, estar tranquila... sí, me he convertido en una vieja ermitaña sin serlo... no es permanente, no se preocupen.... pero en ningún caso volverán los días de la joven adolescente simulando tocar guitarra con una escoba, ni simulando una batería con los palillos de mi mamá golpeando los sillones y los tarros de la cocina. Eso no volverá, ni tiene por qué volver.
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