La empleada del mes

El tiempo pasa rápido... pero nunca tanto.
8 de octubre ya... septiembre pasó a la historia: entre las fiestas, los feriados y demases, el mes Nº 9 de este año se archivó como uno de los más rápidos de lo que va hasta ahora. En fin, ya acostumbrándose a la vida de oficina, a los horarios, a la hora de colación con los compañeros de trabajo, etc... etc... hasta parece que me aturde tener otro tipo de responsabilidades como corregir pruebas, trabajos y responder mails de mis alumnos: la sobrecarga parece molesta, aunque ya me haya liberado de un par de cosas. Me estoy dando cuenta que no puedo rendir en todo y para todos, una lástima... pero así es no más. De todas formas, igual disfruto los viernes de "pseudo-libertad", aunque ya se nota que no tanto: me persiguen los mails y los llamados de la oficina.

Más allá de la re-adaptación, de lo cual ya les he contado antes... supongo que gastar más horas al día en la búsqueda de opciones para salir de "cachos" y de enfrentar la contingencia, me quita las ganas de hacer otras cosas. A pesar de eso... el viernes carretié!... sí, esa actividad de la cual me he ido olvidando: era el "pago de manda" de Arias y María, por haber pasado el grado. Mucho copete y mucha carne... claramente yo en mi nueva "faceta" no me excedí con ninguna de las dos cosas... lo pasé la raja, me reí mucho... hasta como las 5 de la mañana donde el sueño me venció y terminé durmiendo encima de una cama en la casa de la anfitriona... desperté tipo 10, sin caña, sin sed... con un poco de hambre y con ganas de seguir durmiendo. Mi balance fue positivo, fue bastante gente... compañeros que cada vez veo menos seguido... y todos casi en la senda "adulto-fome"... me agradó no ser la única, es todo.

Lo que no dormí el viernes en la noche... lo dormí el sábado y hoy... muuuuchasss horas de siesta y levantándome en la mañana después de las 12. Comprenderán que este tipo de "cura de sueño" ha afectado todos mis planes de fin de semana largo: no he visto mis trabajos para corregir, tampoco he terminado el informe que dije que iba a hacer... aunque dentro de mí sabía que esto pasaría... todavía no me acostumbro a no dejar cosas pendientes para el fin de semana.

Y así avanzan las horas y los días... yo ahora soy la empleada del mes... un mes que ha tenido de todo, pero que ha pasado bastante rápido. Casi lloré cuando me pasaron el cheque del sueldo... era la primera vez... desde que egresé... que me pagaban en la fecha que correspondía... no es exageración, de verdad me emocioné con eso.

"¿Y el corazón?"... eso me preguntó una amiga por msn el otro día... me quedé pensando: "ahí, donde siempre... espero". No hay mucho tiempo para preguntarse eso... incluso cuando viajo en el metro se me ocupa la cabeza en otros pensamientos.