domingo, febrero 15, 2009

Ñuñoa, allá voy!

La última semana ha estado cargada a la sorpresa, las decisiones rápidas, la alegría, el romanticismo y una pizca de suspenso. Y es que finalmente decir: "sí, ahora sí es cierto", sale más difícil de lo que uno cree.

Hace un par de semanas, aturdida por el calor de media tarde, me metí como siempre al portal inmobiliario para "vitrinear"... reconozco que sin mucho ánimo de seriedad. Después de haberme enterado que no me gané la beca, mis ansias de buscar lugar para vivir se habían ido por tierra rápidamente. No obstante, y después de encontrar un aviso "interesante", volví a abrir mi planilla excel y empecé a sacar cuentas. Que el arriendo, que los gastos comunes, que el sueldo, que los pitutos... comer pan con margarina todos los días... etc... etc. Así fue como decidí intentarlo y mandé correo a algunos avisos que me parecieron adecuados. No obtuve respuesta, lo cual volvió mi letargo a "bueno, todavía no será el tiempo".

Pero resultó que un día, que fui a hacerme unos examenes a san joaquín, y aproveché de pasar a la oficina a llevarme unas encuestas, y estando ahí me llama una corredora de estos departamentos para decirme que iba a mostrarlo durante la tarde y que si estaba interesada que fuera. Ya había acudido a algunas visitas antes, pero nunca me habían convencido mucho. Pero bueno, nada perdía con intentarlo de nuevo. Así que partí a ver cómo era el bendito departamento. No digo que fue amor a primera vista, pero sí superó ampliamente mis expectativas... y aunque el valor no era "botado", al menos era pagable para la ubicación que tenía y mis ingresos actuales. Ahí la lucha era por dos cosas: si estaba decidida a arrendarlo, y si no habían candidatos más aptos que yo en la carrera por el depto. Decisiones rápidas, dije que sí, que lo quería. Así que pasamos a la segunda etapa. Una semana de ascuas... hasta que me llamaron a una entrevista con los dueños, algo curioso, pero que no quise cuestionar. Esto fue el viernes.

En la entrevista mostré todas mis credenciales que me hicieran ver una persona seria y confiable, y cuando digo todas, es todas: ocupación, lugar de trabajo, estudios, responsabilidades, etc... etc... tenía que ganarlo. Ya había decidido no salir de vacaciones por esto, así que no iba a perder la oportunidad de ganarme el departamento. Salí de ahí con la sensación que podría ser. A las horas me llama la corredora, y me dice que estamos ok, que el depto es mío, y que vayamos a firmar el sábado a la notaría. Una de las mejores noticias que pudieron darme ese día. Cuando la recibí estaba con Hugo en plena Plaza Ñuñoa, pensando dónde ir a comer para celebrar nuestro "cumplemes". Estaba contenta, aunque nerviosa, porque casi no había paso atrás. Pero me relajé, esa noche fue muy buena, una excelente cena que resultó ser más romántica de lo planificado, y con la idea que un logro importante tenía a mi haber.

Aún estoy convenciendo a mis padres que no me voy a la China, pero ya se ven más resignados, e incluso algo entusiasmados con la idea... de tener otra casa que visitar (?). Será el "primer pollo" que sale del gallinero. No es una cuestión menor.

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