martes, junio 05, 2007

"Weando" en Baquedano

Supongamos que los seres humanos somos una plaga, que nos reproducimos de manera rápida y destructiva... me parece la única razón coherente de por qué hay tanta gente en la calle!. Es impresionante.

Hoy abandoné la oficina a las 18:32... casi puntual... llegué al metro, y justo habían interrumpido el paso en los torniquetes... ahí estuve varios minutos de pie... mientras veía como la estación se llenaba de gente y de olor a humanidad. Algo de impaciencia se dibujó en mi rostro... sólo quería llegar a mi casa para ver el final de la teleserie, comer y acostarme. Y cuando parece que más deseas algo... más te cuesta llegar a eso: no bastó con el escándalo que tuve que hacer para subirme al tren de la línea 1... al llegar a Baquedano, comenzó la procesión imbécil de subir y bajar escaleras para la combinación a línea 5. Gran sorpresa la mía (no tanto, en verdad) al ver como el andén acumulaba gente... hacía días que no veía un atochamiento así en ese andén. Me armé de valor y me uní a la multitud que esperaba por su turno para subir a los carros. Después de pasar 3 trenes, venía mi turno de subir... cuando iba a hacerlo, un "caballazo" humano me lo impidió, dejándome al borde del andén, fuera del tren y con la frustración de quien pierde una batalla "cuerpo a cuerpo". Mi verdugo no tuvo cara, sólo distinguí su espalda y el brazo asesino que impidió que estuviera dentro del carro. Cerraron las puertas... y yo me quedé abajo.

Esos son los minutos en que no sabes si ponerte a llorar o reirte. No hice ni lo uno ni lo otro... pensaba qué era más prudente, seguir ahogándome entre los hombres de 1,75 que rodeaban mi humanidad de 1,59, mientras llegaba el otro tren, o salir de ahí corriendo despavorida a cualquier parte. Después de dudarlo unos segundos... comencé a abrirme paso entre la multitud, buscando "espacio", no sin antes lanzar algunos improperios entre murmullos, que más de alguien logró escuchar, porque no me miraban con buenos ojos.

Y ahí estaba yo... en plena estación Baquedano... "esperando nada". No tenía un plan, sólo estaba ahí... y ese "estar ahí" me obligaba a tomar una decisión que logré posponer por varios minutos. Mientras, me senté en una de las escaleras a observar y respirar. Nunca me había puesto a pensar lo chatos que deben estar los individuos del stand "Claro" de ver tanta gente pasar todos los días. Así como lo bien que les va a las niñas de la confitería al estar a la pasada de la escalera. Tampoco había cachado que estaban arreglando la bajada a Quinta Normal, ni que cada día que pasa, hay más gente sentada en el suelo con sus notebooks navegando por wifi... es casi como un ciber, pero sin mesas y sin sillas.

Después de recuperar el aliento... y con la cabeza algo más fría y tranquila, comencé a pensar en el plan de acción. Tenía que salir de ahí... por muy atractiva que me pareciera Baquedano ahora, no era como para estar eternamente ahí. El andén seguía lleno... y costaría mucho abrirse paso de nuevo. Miré al andén del frente... y llegó la decisión: "daremos la vuelta del imbécil, tomaremos el tren en dirección contraria, llegaremos a Quinta Normal y nos devolveremos". Sí, ciertamente me demoraría más... pero estaría "haciendo algo" y no esperando vegetativamente mientras todo el resto intenta subirse al tren. Y así lo hice, logrando dejar atrás Baquedano. Fue un largo camino a casa.... hacía días que no me parecía tan complicado... pero bueno, costó, pero llegué a casa.

Ahora estoy en mi cama... con serias intenciones de apagar todo y dormir... mis neuronas ya terminaron su jornada por hoy. Mañana de seguro me vengo por Tobalaba.

1 comentario:

Francisco dijo...

si wn, ultimamente la gente utiliza baquedano como cybercafe. JAJAJA, he pensado ciertamente mudar las oficinas de solinftel a baquedano jajajjaja (toy volao..)