martes, septiembre 11, 2007

Caroline in the City

Nunca enganché mucho con las sitcom, a pesar de que vi varias de ellas. En la práctica... cuando llegó el cable a mi casa (digamos... hace unos 13 años atrás), éste era acaparado por mis hermanos: y es que si bien la cantidad de televisores aumentó, aún así no alcanzaba para ser 1 per cápita, ergo... por minoria de edad... yo debía "acatar" la parrilla programática de mis hermanos mayores... o, simplemente, ver televisión abierta con mis viejos.

Y la mayoría de las veces fue así: terminaba viendo "la novela" de la tarde, o viendo las repeticiones de Reportera del Crimen (con una atlética Angela Lansbury en cinta desteñida de tanto rodar). Los fines de semana lo obligado era Sábado Gigantes y Venga Conmigo.

Eso duró lo que tenía que durar... poco a poco fui integrándome a la dinámica del cable... y así fue como por la poca paciencia que tenía con las películas del HBO o de Cinecanal (para qué hablar de la volada independiente de Cinemax), me fui por lo fast-track: música y series. De esa forma llegué a MTV, VíaX y Fox (y Xfiles, obviamente). No obstante, con el tiempo me empecé a aburrir de los canales musicales... ya había formado mi criterio musical, y los "nuevos sonidos" no eran de mi agrado ni en oído... ni en vista... por lo que mi búsqueda en la parrilla del tv-cable no se detuvo ahí... descubrí que habían cosas mucho más fáciles de digerir que los alienígenas y las conspiraciones: el Canal Sony fue el hallazgo más iluminario que tuve en esta materia.

¿Pero qué tenía de especial Sony?: un género que si bien no era nuevo para mí (crecí viendo Tres son Multitud en el canal que ahora es Piñeravisión, así como veía Los Años Dorados los viernes en la noche por el 13), no había podido ser "selectiva" entre una oferta tan limitada en esos años. Con un par de semanas de exposición a Sony descubrí que había sitcom de todo y para todos. Como buena adolescente tratando de sobrellevar la edad del pavo, me las vi "todas"... o al menos eso intentaba... Seinfield, The Nany, Married with Children, News Radio, Mad About You, Just Shoot Me!, y podría seguir la lista... pero es de las que me acuerdo ahora. En fin... el tema es que a pesar de verlas todas... nunca me enganché demasiado con ninguna... veía capítulos de uno... y de otro... tenía tema para hablar en el colegio... y eso. La gracia de las sitcom es que finalmente te podías olvidar durante 30 minutos (con comerciales incluidos) de cualquier cosa y concentrarte en situaciones que entre inverosímiles o muy verosímiles te causaban risa.

Y pasó el tiempo... y entre nuevas sitcom y antiguas que eran canceladas... la dinámica se fue pausando un poco... ya no había tanto tiempo para gastar en el cable... y ante la mirada preocupada de mis padres que creían que la pantalla del televisor iba a tragarme (como en el Aro 2), me fui alejando de mi adorado canal Sony... no sin antes comprometer mi fidelidad a una sola sitcom (nótese, ya tenía mi vida consagrada a los Xfiles desde antes... pero tenía que complementar eso con algo): de esa forma, de manera casual llegué a Caroline in the City. Esta serie... tenía los ingredientes como para que no la pescara mucha gente: historia de una caricaturista sureña que vive en Nueva York, que tiene pololo y una amiga que trabajar en Broadway. Pero tenía un ingrediente que la hacía distintiva, y que a mí me enganchó: Richard Karinsky, el colorista de las caricaturas de Caroline. Richard era un tipo especial, un flaco de lentes y vestido de negro con su impermeable que al parecer nunca cambió en toda la serie. Su relación con Caroline, y su entorno era digno de tragicomedia... hay gente de humor ácido, pero Richard era el extra-límite de todo eso. Finalmente, la serie duró 4 temporadas... terminó de forma abrupta... y me quedé con gusto a poco. Después de eso, perdí el encanto de las sitcom... y me quedé en el mundo paranormal... habían arrebatado la única cosa que me hacía reír de buena gana: Richard y su visión de mundo... bastante parecida a la mía, por cierto.

1 comentario:

Luciano Doti dijo...

Yo tambien era fnatico de carolyne, la verdad que me sentia un poco identificado con Richard.