sábado, febrero 02, 2008

Nostalgias del espectáculo

Hoy me preguntaron por 3 cosas por las cuales sentía nostalgia. Mi respuesta fue volcada al tema del espectáculo y la música:

1. Mulder y Scully: la antigua SC-FI
Sí, no es deconocida mi devoción con esta serie, no obstante, soy una nostálgica de las primeras temporadas, cuando CC se las arreglaba para dejar al gobierno de los Estados Unidos como estropajo pero con una sutileza de caballero bastante admirable: tanta mierda de conspiración, pero no explícita... era desbordante!, te hacía sentir dentro de un mundo que te atacaba y vigilaba a cada instante... cuando "trust no one", "the truth is out there", "all lies leads to the truth" y todas aquellas frases tenían un sentido endemoniadamente cotidiano y espelusnante. Eso me da nostalgia. Ver a una Scully escéptica, buscando pruebas que nos dejaban a todos pendiendo de un hilo. Viendo un Mulder casi como una especie de Quijote de la Mancha pero no desencantado de su propia búsqueda... con algo más que convicción y un poco menos que ilusión. Tengo la secreta esperanza que esta película entregue un poco más de ese ingrediente que hizo explotar los '90... de aquella factura norteamericana no tan gringa... o ese desprecio por las altas cúpulas de poder... ese "la verdad os hará libres" que Mulder camufladamente proclamaba a los 4 vientos. Esa es la nostalgia nº 1.

2. La chasca de Ed Roland: la manofactura grunge
Libres, pero aseados... chascones, pero hombrecitos para sus cosas. Sí, siempre me imaginé a los rockeros chascones de principio de los '90, como personas agresivas y depresivas. Estrangular el micrófono o aserruchar la guitarra no eran si no parte de la terapia musical de la que eran afectos. Quizás uno de las cosas más llamativas para mí: era la primera vez que sentía que la música era hecha con un propósito más personal que comercial... una terapia propia de los músicos. Era la primera vez (en mi corta vida escuchando música) que me identificaba con esas voces y ese estilo, quizás algo desaliñado... pero convincente. Claro, convicente porque no era masivo... no lo fue por un tiempo. Esa chasca, ese convencimiento abandonado después por la oxigenación... es mi nostalgia nº 2.

3. Las baladas de Foreigner: los románticos de verdad
¿Cómo le dices a una mujer que la amas?. Hoy por hoy... si fuera con música, probablemente un galancete eligiría una canción al estilo "Rojo" (un Mario Guerrero, un Leandro Martínez) o "Sin Bandera"... o bien, abandonaría el rol romántico y optaría por un directo reggeaton. Mi nostalgia nº 3 son las canciones de amor a la antigua... esas que no son ni tan explícitas ni tan desabridas... aquellas que adulan, pero sin caer en el macabeismo létrico. ¿Qué mejor que una "i want to know what love is" o "waiting for a girl like you"... o la propia "until the end of time"?. Sí, es una visión sesgada... pero mataría por alguien que me escribiera una canción como esa (sí, dije bien, "mataría")... y más si las cantara con la entonación de un Lou Gramm... claro que sí. Esa es mi nostalgia nº 3.

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