jueves, enero 26, 2006

The World I Know

No lo se... supongo que hay nebulosas que nunca terminan de disiparse.

Cuando abrí los ojos en la mañana... tipín 9 am... sentí un vacío tremendo. En principio sólo se sentía extraño... como que desperté algo inquieta... no le tomé mucho asunto. Entré a la ducha... tomé desayuno... me senté frente al pc a ver si mi jefa me había escrito... nada... sabía de todas formas que tenía que juntarme con la Claudia a trabajar tipo 3 de la tarde... también sabía que a las 19.30 me juntaría con la Pame y con mi teacher de la época escolar a la que no veía hace tiempo... o sea... un día con varias cosas por delante.

Pero bueno... algunas cosas se fueron desdibujando con el correr del día: la junta de final del día se suspendió... y la reunión de trabajo se extendió... aquellas cosas que yo llamo "pura contingencia". Por otro lado, estaba contenta... terminé la pega del Serplac hoy, y no mañana como pensaba yo... y mi jefa quedó contenta al parecer... así que plata bien ganada.

Sólo al final del día me percaté de por qué desperté tan agitada en la mañana: había soñado... y sólo en el metro de vuelta a mi casa me acordé de lo que había soñado. Estaba yo en una casita en una montaña... el sueño de ermitaña que siempre quise... con el "amor de mi vida"... no podría decir quien era, porque no tenía rostro reconocible... pero sí en el sueño lo amaba mucho... o al menos eso sentía... era casi el paraíso... me sentía feliz... satisfecha... era una paz tremenda... de esas que sólo sientes muy pocas veces, cuando no te acuerdas de lo que fue ayer, ni de lo que será mañana... porque no importa... tan simple como eso. Lo malo fue que el sueño de repente sentía que todo se iba esfumando... de repente los árboles del bosque ya no estaban... de repente la casa se transformaba en una habitación vacía, sin muebles... fría... y el que supuestamente era el amor de mi vida... también había desaparecido... de repente me vi sentada al medio de la nada... fue cuático... un poco escalofriante... y eso fue lo que me hizo despertar con esa sensación... Ahora creo que le he dado más vueltas al asunto... sólo fue un sueño... claro está... pero no dejó de incomodarme el sentirme en esa situación... aunque creo haber sentido algo similar más de alguna vez... me deprimí un poco... pero sólo eso... ya sólo me remito a contar esto por ser un hecho del día de hoy... y el temor que podría infundir... es el temor cotidiano de la vida... de ver el mundo que conoces... con altos y bajos... con gente que rie... y con otra que llora... que son precisamente los estados por los cuales uno pasa también... si hoy estoy bien, probablemente mañana no... o quizás esté mejor... eso es el futuro, lo incierto de no saber qué va a pasar... creo que lo que más me incomoda y a la vez me atrae (lo numinoso)... no es pensar que me voy a quedar en una habitación fría y oscura... sino el no saber si puede ser lo contrario... incertidumbre... así de simple: es el placer mismo de la vida... lo mismo que a veces nos hace pensar en huir, y otras nos hace pensar en aferrarnos con lo que tengamos a ella... dualidades que tenemos el placer de experimentar... digo placer, porque sencillamente estamos atados a ello... nos gusta sentirnos bien... sabiendo el riesgo de que mañana podemos sentirnos mal... lo uno y lo otro no tienen porqué separarse... son parte de lo mismo, y lo uno no tiene gracia sin lo otro.

Reflexiva?... no, para nada... no me he caído en la melancolía todavía... aunque podría hacerlo... pero no tengo ganas, jajaja... supongo que uno también se predispone a este tipo de cosas... todavía voy a ritmo muy acelerado como para detenerme y pensar. Creo que por ahora no es necesario... lo primero es cumplir metas... focalizada estoy en eso... no me culpen por ser insensible... pero creo que los caldos de cabeza sólo sacan canas verdes... y no estoy dispuesta a eso ahora... al menos ahora no.

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