martes, enero 31, 2006

Hoy estoy triste

De repente creo que me doy más vueltas de las necesarias... pero particularmente hoy me sentí bastante solitaria... lo que hizo además que me pusiera a escuchar música nada alegre a esta hora de la noche... por favor no comentan el error de escuchar el disco Brave de Marillion si están tristes... no se los recomiendo.

Había comentado que me estaba acostumbrando a estar en mi casa en estos días... a relajarme viendo tele... durmiendo siesta... la contraparte de todo esto es que tengo más tiempo para divagar en mis pensamientos... de meditar si quieren decirlo de alguna forma. La lata es cuando te pones a meditar y repasas rincones que te producen dolor... eso fue lo que hizo que me sintiera particularmente sola... creo que en otras circunstancias podría haber reclamado o pataleado a alguien... hoy no puedo... no tengo a quien llamar... mi casa está sola... mi messenger vacío... soy yo contra mis recuerdos, contra mis pensamientos... en la tortuosa batalla en la que trato de vencer todas esas faltas con mis logros... hoy me siento vencida.

A ratos... hasta ganas de llorar me bajan... pero... ¿qué sacaría con eso?... aparte de que se me hincharan los ojos y se me aflojara la nariz... prefiero sentir ese dolor interno... el silencioso... el que nadie percibe... porque así mantengo mi integridad exterior... que es lo único que me mantiene a ratos... qué divertido... hoy no quiero protestar... no quiero olvidar... quiero sentir esa soledad y ver hasta dónde soy capaz de aguantar... me pregunto qué estaría haciendo ahora de no escribir acá... probablemente viendo televisión... o leyendo algo... tratando de pasar por alto este momento.

Bienaventurados aquellos que se sienten felices... porque son ellos los que sostienen el mundo... bienaventurados aquellos que se sienten tristes... porque son ellos los que demuestran que el mundo tiene vida y sentimiento... entre tanto lamento... hay que rescatar que me siento particularmente viva esta noche... reflexionar sobre sí nos demuestra que estamos concientes de nosotros mismos... aunque sea a través de la pena o del dolor. No es un dolor provocado por algo... sino es un tránsito recurrente para un tipo de vida como la mía... cuando no eres capaz de ir cerrando capítulos abiertos... y sientes que aún hay mucho para llegar a otro estado.

No me emborracharé precisamente porque estoy triste esta noche... y quiero vivir y sentir cada parte de lo que significa eso... a ver si soy capaz de descifrar qué es lo que me gatilla este estado... y poder determinar si es tan nocivo después de todo... mañana será otro día y es probable que no esté como ahora... es más... puede que me extrañe de leer estas líneas en un par de horas más... The Great Escape es precisamente poder vaciar esto en líneas... y después olvidarlo.

1 comentario:

Lénon Guerrero dijo...

Se supone que aquí debo dejar constancia del paso de mis ojos por tus letras, además de un link que poco significa ya que no es para dar ánimos. Aunque tampoco para hundirte más. Confesaré que me llamó la atención que ya la gente te puede decir socióloga. Yo sólo espero que tal título nobiliario me permita ganarme el pan al salir de la U.

Saludos desde el noroeste de México, Hermosillo para ser más exactos.