sábado, agosto 25, 2007

Irresistible

Con la cabeza más despejada... sin alcohol en el cuerpo y algunas tazas de café... la realidad se ve más hilada a estas horas de la tarde, jajaja.

Sí, porque el jugo era tal... que cuando terminé de escribir el pseudo-post de anoche, tomé el teléfono y comencé a hacer llamados a esa hora. Obvio, nadie me contestó... menos mal todos tenían sus celulares apagados.

Ayer... digamos que fue un viernes movido. El trabajo en la semana aumentó de forma considerable... de hecho, en un par de horas tendré que reanudarlo, muy a mi pesar. Pero en fin. Estuve toda la jornada fija en mis labores, excepto los 40 minutos de almuerzo, justos y necesarios, por cierto.

Salí de la oficina, con el convencimiento de que tenía que irme a casa. No obstante, sabía que no iba a ser así: era el matrimonio de Claudia era en rato más, y no alcanzaba a ir a mi casa y volver. No, no había tiempo para eso. Menos mal que me puse mi traje "decente" para ir a trabajar... había calculado que mucho tiempo para "producirme" no iba a tener.

Es extraño llegar a un lugar, donde nadie te conoce... o más bien, donde algunos sólo "te ubican", y pareciese que tú los conoces más a ellos que ellos a tí: en general, dentro de la fauna sociológica pontificia, las cosas son así. Todos nos "ubicamos" de alguna parte... pero más allá de eso, no hay vínculo afectivo aparte de la "solidaridad de gremio". Y aunque temía que la situación podría ser así... no me resultó la estrategia que había planificado para la ocasión: mi acompañante se echó para atrás... en sus palabras "le salió un imprevisto". Diablos... como no iba a perderme el matrimonio... había que aparecer no más. Aunque eso significase tener la atención de los asistentes y producir reflexiones como... "viene sola, ¿vendrá en plan de conquistarse a alguien?". Sí, lo se... puede sonar rebuscado, pero podría apostar a que más de alguien lo pensó (yo lo hubiera pensado, jaja... partamos por ahí).

En fin, ahí estaba yo... esperando a que llegaran los novios, esperando ver la ceremonia. Me encontré con algunas "conocidas" y "conocidos"... preguntas y respuestas de rigor: trabajo, trabajo... trabajo. Llegué a la conclusión de que debía cambiarme de trabajo pronto... estoy puro perdiendo el tiempo según pude notar.

Y la ceremonia fue bonita... corta, pero bonita. Bueno, qué más... la oficial del civil sabía el discurso de memoria, y no es su trabajo dilatar el tema, al contrario. El lugar también anotó un buen punto a favor... tradicional, elegante, acogedor... decía "Claudia" por donde se le mirase, varios llegamos a esa conclusión.

Fin de la ceremonia, e inicio de la parranda. En este punto, mi pensamiento fue tomarme un trago y despedirme... finalmente venía a acompañar a los novios... no era un "carrete" propiamente tal para mí, no era mi ambiente generacional tampoco. No obstante... las cosas se dieron distintas.

Conversé con la María Lidia harto rato, entre pisco sour y pisco sour... me puse al día en el acontecer del ISUC... entre otras cosas. Vaya que suceden hechos una vez que te has ido de la u... ya estaba olvidado algunas cosas, se me vinieron a la memoria rápidamente a través de esa charla. En un momento, que me dieron unas ganas horribles de fumar, dejé a mi interlocutora y salí a la puerta a encender mi cigarrillo. Sorpresa mía, era que no sólo yo había sentido ganas de fumar... en el mismo proceso, estaba un muchacho y dos señoras. Las señoras terminaron su cigarro pronto y entraron... hacía frío, no era tentador dilatar el ejercicio del tabaco. Pero el muchacho quedó, encendió un segundo cigarro... no sin antes emitir la siguiente afirmación: "estaba desesperado... llevaba más de 5 días sin fumar". Yo me sonreí, no por él... sino porque yo cumplía 7 días sin fumar... y la verdad, parecía menos desesperada que él. De esa manera, iniciamos una charla... que comenzó con la adicción al tabaco... algo trivial, si me lo preguntan. "¿Familiar?", preguntó en un momento... yo respondí... "amiga de la novia". "Ah, yo soy músico... venía a tocar... ¿quieres un trago?". Se me había acabado mi pisco sour, no me pareció una mala idea... así fuimos a la barra a pedir algo.

Ahí fue cuando comencé a pasarme algunos rollos... hablar con extraños no es mi especialidad, de hecho, ni siquiera una práctica recurrente: claro, hablo con los taxistas, con las señoras que atienden los locales donde compro cosas... pero de ahí a entablar una conversación, en una fiesta, llena de gente, con otra persona, de cuyo nombre siquiera puedo recordar... es otra cosa. Y ahí estaba yo, en la barra, con mi trago en la mano, hablando de la vida, de pequeñeces y demases. Quien me hubiera visto!... pero nada, digamos que se me olvidó mi idea inicial de irme temprano... no lo estaba pasando mal, a pesar de lo poco común de la situación. El hecho, era que estaba bebiendo demasiado... en comparación a los últimos eventos a los que he asistido... debo confesar que abandoné el lugar en estado de ebriedad... pero lo suficientemente conciente, para moverme sin problemas y para evitar que el resto lo notara... excepto el joven que conversaba conmigo, quien a pesar de estar tan bebido como yo... notó mi estado etílico... "¿sabes como irte a tu casa?... si quieres te acompaño a...". "No te preocupes... si... tengo transporte seguro". Después de eso, me despedí rápido, y casi salgo corriendo.

No pude dejar de acordarme, hoy... cuando hice el racconto respectivo... de Donnie Pfaster... el fetichista. De seguro, al final ves tantas cosas... en fin... bajo ese pensamiento, volví a ver la historia de 2 capítulos... escalofriante, sobretodo Irresistible... de la 2da temporada. Te recuerda que el mal, puede tener forma de persona... ¿paranoica?, jajaja... uhm... sí, un poco... no creo que anoche me haya encontrado con un Donnie Pfaster... pero... quien sabe. La ruleta de la vida nos tiene reservada varias sorpresas, ¿no?

DONNIE: Is your hair treated?
SATIN: What?
DONNIE: Do you need a shampoo for chemically treated heir?
SATIN: You want me to shampoo my hair?
DONNIE: I'm happy to pay extra, if that's something out of the ordinary.



"The conquest of fear lies in the moment of its acceptance. And understanding what scares us most is that which is most familiar, most common place... It's been said that the fear of the unknown is an irrational response to the excesses of the imagination. But our fear of the everyday, of the lurking stranger, and the sound of foot-falls on the stairs, the fear of violent death and the primitive impulse to survive, are as frightening as any x-file, as real as the acceptance that it could happen to you" (Irresistible, 2x13)

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