domingo, agosto 12, 2007

Conocimiento reservado

El viernes me levanté con la idea de tener un fin de semana entretenido. Aburrida de los fríos, (aunque igual emocionada por la nieve del miércoles), tomé la decisión de no vencerme por el pajerismo y programar actividades que fueran acordes a un fin de semana "provechoso". Dicho y hecho.

Después de terminar mi jornada laboral, apagué mi equipo y salí sacramentalmente a las 4 de la tarde. Claro que mi fin de semana no empezaba ahí: tenía que solucionar los problemas que se me presentaron durante la semana, con mi celular y con mi licencia médica. Cerca de las 17:30 hrs... y después de haber pataleado e incluso amenazado a la pobre niña de Movistar, salí de ahí... con el convencimiento de que en este país, deberíamos ganarnos el premio a la "solución parche inservible". En fin... al menos quedé con la conciencia tranquila de que hice mis descargos y que más les vale que me solucionen el problemita... sino... conocerán la faceta poco agradable que no muestro casi nunca.

Ahí dejé suspendida mi ofuscación. Había comenzado, por fin, mi fin de semana. El plan Nº 1 fue partir al Giros de Román Diaz, ahí estaba uno de mis compañeros de trabajo esperándome. La idea era tomarse unas cervezas y comer algo... poco a poco se nos irían uniendo los demás. Y aunque el resto hizo su aparición... quienes terminamos carreteando fuimos tres. Dado que en el local no se podía fumar, nos cambiamos a uno que estaba a escasos pasos... otras cervezas, algunos rones... casi ni me percaté de la hora que era... no lo tenía siquiera en mente. La gente con copete tiene todo un rollo... el hecho de hacer y decir cosas que en estado "sobrio" no harías o dirías... coloca al alcohol como el genuino elixir de la verdad. No hablo por mí, que a pesar de la ingesta alcoholica seguía manteniendo ese, a veces, hastiante hermetismo... sino hablo por la cantidad de cosas que uno puede enterarse sólo gracias al estado etílico de otros. En fin... las cosas pasan por algo... a pesar de no ser buenas noticias, me dejó el paso a tomar determinaciones a corto plazo, lo cual no es malo.

Mi viernes terminó cuando empecé a demostrar efectos de cansancio... el cuerpo me pasó la cuenta y me exigió horas de sueño urgentes... a lo cual no pude decir que no. Agradecí a mis compañeros la velada... y partí a mi hogar. No pasó mucho rato en casa y ya me había quedado dormida.

El despertar de ayer sábado, fue una mezcla de sed, ganas de seguir durmiendo... pero ojos bien abiertos. Fue raro. Tenía la sensación de haber dormido mucho... pero no era tan así... recién eran las 10:30 hrs. En ese minuto recordé algo: tipo 2.30 de la mañana había sonado el teléfono... el cual corté por inercia, sin siquiera saber quien era. Al recordar eso, tomé el celular y vi la llamada perdida... "ah!, de veras... hoy tengo otro carrete", ese fue mi pensamiento al ver el número que había llamado. Le había prometido a Chascón juntarme con ellos el sábado en la noche... y me llamó a las 2 y media de la mañana para recordármelo!!... bueno, te lo perdono... pero que no se vuelva a repetir.

Entre pajerismo y modorra... logré hacer algunas cosas después de la ducha... como salir a hacer clases, por ejemplo... para que vean que la productividad no baja, a pesar de ser fin de semana. En fin... senti que el sábado se me estaba escapando a pasos agigantados... y así fue, casi sin darme cuenta ya era de noche. Partí a la casa de Chascón.

Relato la secuencia porque... lo tomo como un ejercicio recordatorio... una reconstitución de escena si quieren llamarlo así. No me emborraché... pero andaba más odiosa de lo normal... y lo peor de todo, es que parecía que era a propósito. Toda la carga negativa se me estaba manifestando en mi humor ácido y negro... donde los damnificados fueron, la polola de un amigo y Chascón... bueno, Chascón me conoce... él no tiene rollos con eso... pero la pobre niña... uhm... creo que me gané una enemiga y el sitial en una lista negra ajena. Que diablos... pero es que me carga cuando la gente empieza con "esto es así, y es asá... y yo tengo razón, y el resto... que se vaya al demonio...". Sí, lo reconozco... andaba poco tolerante.

Así es que me puse a meditar acerca de la tolerancia (más de una vez lo he hecho)... y pensaba en cómo podemos ser tolerantes si es que no entendemos al que (o lo que) toleramos. Creo que la tolerancia a lo que no se conoce... es sólo ignorancia. Es un juicio fuerte... pero creo que tiene bastante evidencia empírica. Así prefiero que me llamen intolerante... aunque en general, peque de ignorante. Gran frase!

En fin... ya hoy domingo... no queda mucho más... sólo flojear... mirar tv... dormir... siiii, dormir... el mejor ejercicio declarado del fin de semana.

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