sábado, agosto 04, 2007

This is not happening

La muchacha era paradigma de la juventud ilusionada... con la sola idea de ver al amor de su vida nuevamente, se le iluminaba el rostro. Él no sabía que ella iría a su encuentro esa noche... pensaba que todavía estaba en el campo, estudiando... y que su retorno no sería hasta dentro de unos meses más. La muchacha quería sorprenderlo, le habían dado unos días libres, y no aguantó la espera... tomando el primer tren que la traería a casa.

El muchacho, al que no le gustaba la soledad, durante el tiempo de ausencia de su novia, buscaba la forma de no sentir nostalgia. Sus amigos trataban de ayudarlo, invitándolo a salir, compartiendo tardes enteras con él... junto a las botellas que animaban las veladas.

Pero aquella velada, las cosas fueron distintas. Ya no bastó con las risas masculinas y el alcohol... la necesidad de un perfume distinto se hizo sentir. Los muchachos advirtieron como el chico se acercaba a una de las mujeres contiguas a la barra... comenzó a hablar con una de ellas... reía... el alcohol lo había relajado... llevó a la mujer de la mano a una de las habitaciones que el local tenía en el 2do piso. Dio rienda suelta a la imaginación y a los deseos contenidos por meses... susurraba el nombre de quien precisamente no estaba con él en ese instante... o al menos eso creía en un primer momento. Cuando la razón ya era parte de un recuerdo... se abrió de golpe la puerta de la habitación.

Y la exclamación de la muchacha que acababa de llegar... aunque un poco obvia... sorprendió al muchacho y a la mujer que estaba con él:

"Oh my God... I can't believe it!... this is not happening!"

Dicho esto, la chica volteó y salió corriendo de la habitación. El chico, aún un poco pasmado... apartó a la mujer de su lado, y salió corriendo detrás de la muchacha escaleras abajo. La multitud, sin saber mucho que hacer, comenzó a murmurar: "¿Qué diablos había pasado?". Para cuando el muchacho llegó a la salida del bar, ella ya había desaparecido... para siempre.

Nadie sabe como vivió el muchacho después de eso... y es que quizás ni siquiera importa. Así como tampoco importa el que haya estado pensando en ella mientras tocaba otro cuerpo. Lo que importaba, ya dejó de importar. Y con eso... cualquier pasado es eso... pasado.

Esta historia me la contó una persona... hace unos años atrás. En principio tenía la impresión que era sólo ficción. Con el tiempo supe que fue él... el muchacho del relato. Una vez le pregunté si se acordaba de ella... me respondió que sí, pero que para el caso... ya no importaba...

1 comentario:

Chasconcito dijo...

las cosas pasan por una razon. y por eso no conviene desempolvar cagadas que pudiste haberte mandando antes. la filosofia deberia ser como dice ahi... pasado-pisado.