jueves, marzo 15, 2007

Wuthering Heights

Si alguna vez en el colegio les hicieron leer libros de Jean Austen o Emily Brontë... sabrán que no hay mucho que envidiarle a los siglos en que se usaban vestidos largos, donde una mujer tenía que casarse antes de los 18 años y en donde la máxima entretención estaba en los salones con "bailes grupales" (no, no se imaginen una escena porno... aunque por el intercambio de parejas, podría parecerlo) y en juntarse a bordar junto al lago en las tardes de fin de semana.

Recordé esto porque justamente buscando unos papeles en mi biblioteca me encontré con el libro "Cumbres Borrascosas" (biblioteca: espacio que, por cierto, no he tocado hace años, excepto por el manual de muestreo de García, el libro de análisis estadístico de Johnson y el libro de análisis estadístico en Excel). Me acuerdo que antes de leerlo yo había visto la película que Peter Kosminsky hizo el '92... sí esa donde salía el "mijito rico" de Ralph Fiennes ("El Paciente Inglés"; ahora como Voldemort en "Harry Potter") y Juliette Binoche ("El Paciente Inglés"; "Rouge"; "Chocolat"). Esta película en particular... (que la vi por ahí en el '97... '98) me inspiró a escribir el primer cuento narrativo de mi vida. Y es que el carácter de Heathcliff y Cathy daba para mucho... una especie de "Lo que el Viento se Llevó", pero con personajes cuyos conflictos, finalmente tenían más que ver con ellos que con su entorno. En una palabra los podrías definir: testarudez... que podría llegar hasta ser "tontera", pero que terminas entendiendo e incluso justificando.

Finalmente, tiene de esos términos dramáticos que te pueden hacer llorar (de hecho, a mí me pasó la primera vez que la ví). Terminas reflexionando si el orgullo es algo que valga la pena mantener si es que estás realmente enamorado. Reflexión que termina sin conclusión porque no sabes determinar si sería posible saber con exactitud cuando se está realmente enamorado.

Bueno... pasa en las películas, pasa en la vida real... pasa en TNT.

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