domingo, mayo 21, 2006

The damage is done

Hacía tiempo que no me venían a dejar a la casa después de una junta o carrete... había olvidado, casi, lo que era llegar temprano incluso... aunque si trato de recordarlo... no ha sido tanto tiempo después de todo.

¿La excusa de hoy?: El cumpleaños de la Pame.

Supongo que no saco mucho con relatar detalladamente cómo se dieron los acontecimientos... tampoco creo que haya mucho que contar... y es que dentro de los asistentes... cada uno extendió la conversación respecto de sus actividades habituales: estudio para algunos... trabajo para otros. Lamento no haber estado más parlanchina... los chicos debieron quedar con la impresión de que la pega del sociólogo es fome... (ehm... bueno, para qué ahondar en el tema, cierto?). En todo caso, me alegró verlos bien... o sea, cada uno en sus ocupaciones, invirtiendo las energias muy convencidos... algo que no veía hace tiempo. Mi balance es que la cosa avanza en sus vidas... me da gusto eso... independiente si me agrade o no la dirección que tomen... eso es harina de otro costal. ¿El ausente?... sí, Daniel... me sentía a ratos algo fuera de foco... necesitaba tener al lado alguien con quien hacer causa común en los temas... al parecer tendré que acostumbrarme... el pajarito voló a otras tierras... y según las últimas noticias... parece que no volverá. Qué tanto!... la independencia es la maestra guía permanente... no debo preocuparme... aunque... the damage is done... cosas que no se olvidan fácilmente.

Tengo un informe a medio camino... podría haberlo finiquitado hoy... pero ya no lo hice... me espera un domingo de responsabilidades. Mientras tanto... me doy vuelta unos discos de Foreigner... con la sensación de querer vivir una ficción en vez de mi propia vida... qué ganas de ser parte de una historia de película o de teleserie... con un final feliz... con la certeza de que hay algo bueno esperando... y no vivir sólo de especulaciones, temiendo disfrutar lo que tengo... por miedo a perderlo mañana... o quizás por esperar algo más grande. Son como esos castillos que Anne de los Green Gables armaba para no caer en el profundo pozo de la desesperanza al ver su vida como transcurría... sí, debe ser algo como eso.

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