miércoles, julio 26, 2006

Mejor no hablemos de amor ( IX )

Y así fue. De cierta forma yo llegué a creer que las cosas se habían calmado… que de alguna manera me acostumbraría a esta nueva forma de llevar las cosas. Pero no dije nada, a nadie le mencioné el regreso de Mr. H… ni siquiera a quienes estuvieron cerca en el momento cuando se había ido un tiempo atrás. Claramente a mi pretendiente no le dije nada, más allá de pensar que estaría celoso (no lo creía en verdad) no quería explicarle de quién se trataba, era una lata que no quería darme. Con Mr. H nos empezamos a ver con frecuencia de nuevo, siempre era entretenido conversar con él, con su humor negro a flor de piel, con esa ironía en torno a la forma de ver las cosas… creo que con el tiempo “heredé” eso de él… ha sido muy útil, no lo niego.

No se cuantas semanas pasarían, pero yo había mejorado mi humor y andaba más relajada por la vida. Aunque no faltaba el momento en que alguna conversación con Mr. H volteara hacia alguna cosa ya pasada, si no era uno, era el otro el que se encargaba de recordar alguna cosa: “podría haber funcionado”, “quizás otro gallo cantaría”, “hubiéramos hecho esto o lo otro”. Pero en fin, al parecer era como un pequeño “break” entre conversaciones… creo que ninguno le daba tanto asunto… o quizás más de lo que pensábamos. Pero llegó el momento de las confusiones. Y es que era extraño, la forma en que nos comportábamos daba para pensar que todavía había vida de “pareja”, pero sin serlo. Ambos nos pedíamos explicaciones por las cosas que hacíamos… algo de “celos” se manifestaba cuando él se juntaba con otra, y de su parte siempre se terminaba amurrando cuando lo dejaba para irme a juntar con C. ¿En qué terminó esa dinámica?. En que después de pedir y dar explicaciones entrábamos a la fase de reconciliación típica de las parejas. Sí, tal como lo oyen… terminé accediendo a tener una “relación doble”, estaba involucrada con dos personas a la vez, pero sin ser una “don Juan” o una “doña Flor”… no se trataba de conquistas (al contrario, nunca he sido de ese tipo de personas, mi carácter me lo impide), sino de circunstancias. A fin de cuentas, con ambos era una especie de juego casi… uno más antiguo que el otro, claro… pero ninguno con el peso de la seriedad que se podría pensar. En fin, más allá de eso… estaba nuevamente con Mr. H… a pesar de mis reproches, a pesar de que me había dicho “nunca más”… bueno, como ven… la debilidad era tal, y la fuerza de voluntad tan poca…

Le pregunté en una ocasión a dónde creía que llegaríamos, me dijo que no lo sabía pero que no me preocupara por eso. Sinceramente no sabía qué creer… ¿Estaba jugando conmigo?, probablemente… pero otra vez no me importó. ¿Tanto quería a aquel sujeto?... al parecer sí. Nuevamente me dejé llevar, nuevamente cedí… estábamos a finales del año 2004, y yo estaba enrollada de nuevo. Dispuesta a “jugármela” quizás… decidí dejar de ver a C. (mi pretendiente)… era lo mínimo que podía hacer. Mr. H por su parte estaba más adorable que nunca. Evidentemente no era lo mismo que antes, pero se asemejaba bastante… nos conocíamos ya mucho más que antes… gustos, mañas, estilos… etc. No hacíamos planes como la primera vez… pero inconcientemente yo consideraba la opción de “tenerlo” a mi lado un tiempo largo.

Esta vez el paraíso duró casi dos meses. Tiempo intenso, quizás no tanto como la primera vez, porque la inocencia no era tal como aquella vez… pero de todas maneras, llegué a sentir que esa persona era tan importante para mí como nadie lo había sido nunca. ¿Qué pasó esta vez?. Se iba otra vez, tenía que regresar al sur… pero según él volvería pronto. Algo me hizo desconfiar. Esta vez no se por qué sabía que no habría “un de nuevo”. No dije nada. Esa despedida la viví como si fuera “nunca más”. Me aseguró que estaría conmigo pronto… pero yo sabía que no. Nos despedimos, aproveché al máximo esos últimos momentos. No me arrepiento de eso.

Y se fue. Una vez más lloré y grité, me desesperé… no era posible que me volviera a pasar lo mismo y con la misma persona. ¿Era verdad eso de que el “amor” enceguece?... al parecer sí. Pero a diferencia de esa primera vez… ya sabía lo que venía.

Continuará…

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