El "conchesumadre"

Después de mi viaje relámpago me quedaba una actividad antes de finalizar el fin de semana... juntarme con un amigo a caminar y conversar un rato. Habíamos acordado que fuera este domingo... dado que el próximo ya es casi navidad y después casi año nuevo... etc... etc... el tiempo se iba a hacer más complejo.

Parque Bustamante fue el lugar escogido... aprovechando que había sol... y los árboles daban suficiente sombra... caminamos un buen rato... nos pusimos al día en nuestras cosas... el cabro ya está de vacaciones de la u... y mucho más relajado desde la última vez que hablamos. Me preguntó en qué estaba yo... de lo cual le hice un somero resumen. "¿Sola?", me preguntó... "Sí, y a mucha honra". "¿Todavía desencantada?" me volvió a preguntar... "sí, creo que eso es permanente... pero más allá de eso, es cosa de ver cómo está la gente que te rodea en torno a ese tema... patéticamente dependientes o con tamañas desiluciones que te hacen pensar en 'no, para mí no por favor'... es cosa de observar un poco". No contento con eso me pidió ejemplos... ya para ese rato estábamos sentados en una banca... ambos mirando hacia el cielo, las ramas de un árbol que se movía justo sobre nuestras cabezas...

Le comenté algunos ejemplos... de gente que he conocido y que ha tenido distintas suertes "amorosas"... incluso mezclé con algunos ejemplos propios. Concluí diciendo... "a fin de cuentas, son todas señales de que las cosas no están como para mortificarse por eso". Le di el ejemplo de alguien que ahora no sabe en qué parada está su polola... que quiere que se tomen un tiempo, y que no la presionen... mientras el tipo está desesperado e incluso formalizaría de manera tal... que se amarraría de por vida con ella. Argumenté que no me parecía una opción viable... y que toda la indecisión de la niña era significado de que sólo estaba jugando con él.

"No puedes pensar que todas las cosas en este mundo tienen un significado, porque no es así", me dijo... "No???... por qué sería azaroso?", pregunté. Me respondió: "No es azar por azar... es lo que la gente llama 'impulso'... de repente viene, no es muy racional o meditado, sólo es... es como si yo te diera un beso ahora... ¿eso significaría algo?"... yo le respondí casi de inmediato... "¿el que hayas puesto ese ejemplo no tiene significado?, ¿por qué tendría yo tendría que pensar que no significa nada el que lo hagas?". Ambos nos largamos a reír... era gracioso ver como con verborrea podiamos atacar y contra-atacar argumentos...

"Pero no te desvies del asunto...¿tú crees que estoy siendo muy obtusa o drástica en mi posición?", volví a preguntar... el me dijo: "no soy mujer... pero estoy de acuerdo, la mina está jugando y como es cabra chica, le da lo mismo o no se da cuenta... ahí no sabría decirte"... "ya... y??" pregunté. "Na' po'... estay tratando de hacer ver algo de manera racional cuando no hay racionalidad en este asunto... el loco está enamorado, contra eso cualquier argumento racional no vale... o es que acaso no te acordai cuando tú...", "sí, lo se" interrumpí... "no hace falta que me lo recuerdes". "Bueno, por eso mismo... en la medida que no se de cuenta que le hace daño... no tendría por qué cambiar o darle un corte de raíz". Me quedé un rato en silencio... sentía que escuchaba esos consejos como si fueran para mí... curiosamente no era el caso... pero era casi un deja vú de un tiempo pasado.

Interrumpió mi meditación de un momento a otro: "En todo caso, una lástima que tu amigo pase por eso... cuando se cree que todos los hombres están en el otro lado de la distinción"... casi autómatamente dije... "¿el de los conchesumadres?"... "jajaja... exacto!", replicó... "¿por qué tan socializada con el término?". Yo me reí... y procedí a contar mi asociación: me tocó conversar con una amiga lesbiana... que ya le ha puesto el gorro a su polola en varias oportunidades... su autodefinición fue tal cual... "un conchesumadre"... un término que tiene asociación masculina... pero que describe una conducta que no se restringe a un solo sexo según se puede ver. Precisamente ese es el otro extremo... y aunque usted no lo crea, a las minas les encanta... es igual por el otro lado: a los tipos les encanta las minas que se hacen las difíciles... les atrae... "Es como cuando un niño quiere un juguete... hincha hincha, hasta que lo tiene... y una vez que lo consigue... pierde el interés"... el (o "la", dependiendo) conchesumadre va cambiando de juguete cada vez.

Llegamos a la conclusión de que las relaciones amorosas poco tienen de des-estresantes... sólo pocos tienen la suerte de tener "estabilidad" o de ser "sinceramente felices" con otro. Y aunque la búsqueda o esperanza continúa... las expectativas frustran al poco andar. ¿Tenemos una respuesta?, evidentemente no... una sabe que se sienta a discutir y que no va a llegar ni a acuerdos, ni a soluciones... pero al menos, una descarga de frustración, de rabia, de ingenio, de verborrea... logra despejar la mente. Es por eso que se recomienda que cuando se tiene problemas, se conversen con alguien... no porque te vayan a dar soluciones... sino porque la mente se descarga y te ayuda a pensar mejor al día siguiente.

Nuestra conversación duró un buen par de horas... y aunque no arreglamos el mundo, seguíamos de acuerdo en la filosofía de que no hay para qué hacerse problemas... y que de cierta forma, si ya nos habíamos desilucionado alguna vez y nos habíamos repuesto, ¿por qué no podríamos hacerlo una 2da, 3ra... 'n' vez?.

Nos despedimos con un tremendo beso... "¿viste que no tiene por qué significar algo?"