Pateando la pelota

Pateando la pelota...

Sí, esa es una técnica muy difundida y aplicada en los ambientes laborales donde la cadena productiva implica más de tres personas: cada uno va pasando los problemas que no quiere bancarse al otro, y el otro al que sigue y el que sigue al primero, etc... etc... etc... Algunos lo definen como "trabajo en equipo"... habría que agregar, eso si, que se trata de lógicas de "equipo contrario", es decir, si te puedo cagar... te cago!.

Bueno, sólo puedo decir que nadie se escapa de aquella práctica... evidentemente me incluyo... y es que para qué hacerse cargo de algo que puede hacer otro?. En fin... más allá de eso, me parece que patear la pelota tiene también su cuota de sanidad mental... al tiempo que es posible aplicar dicha lógica no sólo en ambientes de tipo laboral. En nuestra vida cotidiana solemos "patear la pelota" cuando no queremos hacernos cargo de algo, cuando no queremos asumir una responsabilidad, o simplemente cuando da lata invertir neuronas en algo sabiendo que su costo alternativo es más beneficioso.

Y si de ejemplos prácticos se trata... creo que yo sería una manifestación clara de ello: en estos últimos dos días sólo me he dedicado a patear la pelota, sólo haciéndome cargo de "lo justo y necesario" (y menos, si es posible). Creo que la reflexión del cumpleaños fue: "y pa qué?, qué saco con ponerme la soga al cuello?"... en términos prácticos, digamos que me he ido saturando. Me van a perdonar la poca modestia pero... para solucionarle la vida a la gente, definitivamente cansa tener que estar pendiente de una serie de variables que ni siquiera dependen de ti. Bajo esta notable conclusión (a la cual he llegado un par de veces anteriores, esta no es la primera), la determinación es "hazte la tonta, mira pa' otro lado"... después si alguien te pregunta dices: "ah, no sabía", "ah... no me di cuenta", "uhmm... brígido, no cachaba", cuando era todo lo contrario... pues sólo pateaste la pelota hacia otro lado ("que otro pastel se haga cargo")

¿Y qué haces cuando llega ese momento en que no quieres calentarte la cabeza con nada?... pues eso, nada... y aunque te digan indolente, insensible o cuanta cosa se les ocurra... no importa, tu sanidad mental lo vale.

Hoy en la mañana me llamó Chasconcito... justo estaba en una reunión en el Mideplan... así que rápidamente le dije... "te llamo después"... cosa que no ocurrió (sorry). Después recibí un mensaje que decía: "atúrdete, voy a ser papá". Estaba parada en pleno Paseo Ahumada y mis ojos repasaban esas 5 palabras... creo que escuché a lo lejos "camina ridícula, estai haciendo taco"... evidentemente ni siquiera me di por aludida.

No, el mensaje no era de Chasconcito... aunque secretamente hubiera preferido que fuera él antes que quien me lo escribió.

En fin, ese tipo de cosas me gustaría patear ahora... lo estoy intentando... pero parece que me llegan de rebote.