Amada, pero mejor odiada

Me había reservado este escrito, lo encontraba innecesario. Pero qué más da... tengo la cuerda y el material.

Como seres humanos tenemos la capacidad de generar sentimientos en el resto de las personas... algunas pueden amarnos, otras odiarnos... e incluso está el grupo que prefiere ignorarnos. No me refiero a particularidades, sino a todos en general... como personas (comunes y corrientes) somos capaces de generar anticuerpos que son beneficiosos para algunos y malignos para otros. Es el azar de la vida... qué demonios le vas a hacer. Pero bueno... si lo miran de cierto modo, no todo tiene por qué ser color de rosa. He aquí un pequeño manifiesto.

De alabanzas se nutre el ego, pero de reproches se forma el carácter

Tal como decía en la introducción, no todo tiene por qué ser color de rosa. Es decir, si somos amados, se nos nutre el ego... nos sentimos imprescindibles... "ahhh... nos quieren, nos extrañan". Sin embargo, si te sientes odiado, es la impresión contraria... el rechazo hace sentir que podrías llegar a ser prescindible. Es entonces cuando tienes que forjar el carácter de forma de comprender por qué todavía sigues aquí. Cuidado, eso tiene un doble filo: ese carácter podría llegar a transformarse en individualismo, pero que no es necesariamente malo... al menos que se convierta en "egoísmo". Cuando el individualista se centra en sí mismo y termina desconociendo la individualidad del resto... eso es egoísmo.

El individualista mira su entorno

Quien reconoce que la vida no es "sólo uno", puede comprender y entender que hay más gente alrededor, y que, de cierta forma, las experiencias del mundo y de las personas no sólo pueden enriquecernos a nosotros mismos, sino que a otros del círculo humano más extendido. Repito, el individualista es aquel que vela por el individuo, sea de sí mismo o de los demás. En este sentido, mirar el mundo y las personas es un ejercicio casi innato de quienes tratan de comprender qué hay más allá del ego humano que lo hace sentirse imprescindible. Transmitirlo, es una forma de liberar su propia humanidad y comunicar experiencia a quienes puedan utilizarla para sus propias individualidades.

"Get a life!"... clásico reproche para el individualista.

Yo tengo una, todos la tenemos... que nos guste observar y mirar más allá de nosotros mismos, es otra cosa. Hablo en plural, porque estoy cierta que no soy sólo yo quien practica el mismo ejercicio. Sí, solemos ser llamados el grupo de los "patéticos", de los "nerds", de los "sin vida". Pero es gracias a nuestras notables observaciones, que algunas personas pueden al menos, sentir un confort en sus vidas, darse cuenta... o al menos sentir la posibilidad de que hay personas en su misma situación, o que hicieron tal y cual cosa en tal o cual situación. Casi diría que esto es altruismo. No, no estoy pasando la cuenta... eso sería feísimo de mi parte. Sólo tematizo la latencia del asunto.

¿Por qué?

¿Y cómo diablos voy a saberlo?. Eso sí sería pretencioso de mi parte... tratar de descifrar la razón de por qué nos comportamos de esa forma. No se confundan, la "utilidad" no tiene nada que ver con el origen y las razones. Puedo tener muchas hipótesis al respecto, pero cada una de ellas se hace inverosímil en la medida que pasamos de un día a otro. Definitivamente el por qué no está claro.

Por alguna razón te cruzaste en mi camino

Aunque las razones sean misteriosas, tengo la tesis de que todo pasa por algo. Si te cruzaste por mi camino, es por algo. Si me serviste de ejemplo, aunque sea de forma hipotética... es por algo. Claro, nunca se es primera persona en la vida ajena... pero el tercer ojo amplía las posibilidades.

Utilidad y des-tiempo

El proyecto de una vida es variable... todos tenemos o estamos en proceso de tener uno. Estar más o menos avanzados en él, es cosa de tiempo. El desencaje se produce cuando cruzas a dos personas cuyos tiempos no tienen punto de conexión. Ustedes pueden dar fe de eso: "no estaba preparado para eso", "me siento más adelante que ellos"... "es como si viniera de vuelta"... "no me entiende", etc... etc. No señores, no es que unos estén mal o estén bien... sino... que a des-tiempo. La utilidad del des-tiempo radica en que unos pueden observar el tiempo del otro... finalmente es reciprocidad de observación, no es intrusión (piensen un poco en ustedes mismos, ¿cuántas veces no han creido estar en lo cierto de algo que nunca les ha pasado casi por una cuestión de "corazonada"?)

Y si me tocara elegir las palabras finales de este manifiesto... creo que diría que generar anticuerpos en la gente es una forma sana de remitirte a tu propio des-tiempo. Si eso lo combinas con individualidad... tienes el resultado visible en cada uno de nosotros. Cuando una cree estar sintonizada con el resto de las personas, resulta que sigues navegando a un ritmo o en una dirección distinta. Es la gracia de ser-humano, todavía no somos reproducibles en serie... aunque a algunos les encantaría.