domingo, abril 23, 2006

Vicios privados... virtudes públicas

Me parece que hasta el día de hoy existe esa separación entre lo que decimos y hacemos en público, y lo que decimos y hacemos (...y pensamos) en privado. Y es que mostrarse con toda la honestidad posible en la esfera pública es un ejercicio que pocos pueden realizar con éxito... por el simple hecho que "develarse" por completo tiene sus riesgos comprobados.

Más allá de eso, supongo que son las virtudes públicas las que cada vez se diluyen más en los vicios privados... a veces el honor ya no importa tanto... el "qué dirán" se convierte en secundario... es una posición bastante "post-moderna"... pero le atribuyo valor en la medida que ejemplifica quién va ganando la batalla actualmente: las "virtudes públicas" transitan hacia una caracterización tipificada en un rol: el "personaje público". El personaje público no es persona, si no una "actuación" de sí misma en un espacio que no es el cotidiano, en donde es posible "mostrar" o "aparentar" ideales o tipos deseables... no es realidad, si no una ficción de "lo público" de la cual pocos pueden distinguir realmente qué es o no verdad. No tiene nada de malo o bueno que esto sea así, pero produce la perpetuación de una dualidad que nos gusta esconder... tampoco quiero que me mal interpreten... no hablo de "vicios" en términos negativos, si no como una forma de corrupción natural... algo inherente a nuestra condición humana... pero que compite con un afán (también natural) de "superación" o de "limpieza" del ser (en la antiguedad) o de la imagen del ser (en la actualidad).

¿Por qué todo esto?... lo pensaba anoche estando en un carrete... a eso de las 3 de la mañana, con un par de vodkas en el cuerpo y mucho tabaco... aunque no se engañen, no es la primera vez que pensaba en eso... sólo que anoche sentí mucho esa dualidad... entre el mostrar y el ser... el esconder el vicio pero no mostrando virtudes, sino otros vicios pero de menor "connotación social condenable" si quieren llamarlo así... como una forma de encubrir algo que si sale a la luz mata al personaje público, lo hace una persona común y corriente, sin atractivo social. Me parece que la pérdida de las clásicas "virtudes públicas" se reemplaza con esta nueva forma de virtud: la de tener "vicios menores". Siendo esto así, no se sorprendan de la cantidad de gente deprimida en este mundo... ¿qué incentivo podría haber?.

1 comentario:

Francisco dijo...

Te lo dije, Mi mente esta en rodaje, despues de haber estado detenida por tanto tiempo, es necesario lubricar mis neuronas....